Miles de personas dicen adiós a la Feria Medieval

La Feira das Marabillas se despidió ayer por vigésima vez de la ciudad. Y no fueron pocos los vecinos y visitantes que se acercaron a lo largo de la jornada hasta las calles de la Ciudad Vieja para  comer, beber o comprar los productos y artículos artesanales que se repartieron por el casco histórico.  
Miles de personas se congregaron para, además, disfrutar de las últimas actuaciones y recreaciones que a lo largo de toda la semana han hecho que los asiduos al evento lúdico se empapasen del espíritu del medievo.
Un programa repleto de actividades desde la mañana hasta bien entrada la noche, momento en el que un cortejo fúnebre puso el punto y final a los seis días de fiesta.

Para los niños
A la animación musical, los pasacalles de bufones y los bailarines hicieron las delicias de grandes y pequeños. Pero, los niños disfrutaron de un programa pensado solo para ellos.
Tanto por la mañana como por la tarde, contaron con animadores propios. Además, los niños pudieron acariciar y montar en asno y hasta en camello.
Y es que los animales tuvieron un gran protagonismo durante toda le feria. De repente, las ocas se abrían paso entre los visitantes, mientras que, en otro momento, un hombre hace gala de sus dotes de cetrería, bajo la admiración de su público.
Las justas a caballo, y el desfile de la caballería de Alfonxo IX también hicieron que más de uno se asustase al ruido de las herraduras al trote. n