Más de 3.000 personas se dan cita en el Coliseum para ver a Amaral

Más de 3.000 personas acudieron ayer al Coliseum para despedir con Amaral la gira que les llevó a pasear “Nocturnal” a un lado y otro del charco, y que acompañaron de una puesta en escena muy visual, en lo que predominó lo eléctrico por encima de todo. Los zaragozanos se metieron al público desde el principio, ayudados por esa conexión que Juan Aguirre dice tener con A Coruña desde hace 20 años. 

Así fue como entre todos hicieron de la noche única, aupada por canciones emblemáticas incluidas en los siete trabajos que suman en su trayectoria los maños. La de ayer se le llevaron enlatada porque como contó el músico en la entrevista les gusta mucho cómo suena el Coliseo. De esta forma, parte del material donde los coruñeses fueron coro entrará a formar parte de un trabajo en directo, que se completará en su mayor parte con el concierto que darán en Madrid. Los que se consideran “afortunados porque los espectadores aceptaron cómo fuimos cambiando disco a disco”, confirmaron en la ciudad que ellos, sus fans, son contestatarios de una forma de ser que más que evolución, responde a una especie de viaje, “donde no importa lo que se deja atrás y sí lo que vives en el día a día”. Amaral entiende que hay que mirar hacia el futuro, a los nuevos proyectos y a los lugares donde no han tocado. Sin dejar de repetir en los que se sienten como en casa.