La Marea tiene problemas para hacer cumplir los contratos municipales

La Marea tiene problemas para hacer cumplir los contratos municipales
Silvia Cameán, al fondo, durante su reunión con las empleadas de limpieza de los colegios públicos

La polémica por los despidos de diez conserjes de varios centros cívicos de la ciudad es el último ejemplo de los numerosos problemas que está teniendo el Gobierno municipal a la hora de hacer cumplir los contratos municipales a las nuevas adjudicatarias y con los trabajadores en la mayoría de los casos como principales perjudicados.

Esta decena de empleados de los centros de Sagrada Familia, Os Mallos, Mesoiro, Eirís y Labañou tendrán mañana una reunión con la concejala de Servicios Sociales, Silvia Cameán, a quien solicitarán que exija a la nueva adjudicataria que cumpla las condiciones de los pliegos y subrogue sus contratos ante el aviso de la empresa de sus despidos a partir del próximo sábado, fecha en la que entra en vigor la nueva concesión.

El problema de los conserjes no es el único que tiene sobre la mesa el Gobierno local, que también tiene otro foco abierto en torno al servicio de atención al público de los Museos Científicos. El Ayuntamiento licitó esta semana este contrato por tercera vez después de que en las dos anteriores quedase desierto.

Negociado
En este tercer intento optó por variar el procedimiento y ahora lo está tramitando como un negociado para intentar conseguir que alguna empresa presente su propuesta.

La Marea tuvo que publicar algunas aclaraciones en el Perfil del Contratante, entre las que se asegura que la actual concesionaria considera que 32 trabajadores tienen derecho a subrogación, frente a los 49 que figuran en este momento. Este contrato expira el 14 de abril, por lo que se avecina una nueva polémica.

Mientras, hace un par de meses el problema surgió en torno a trece limpiadoras de colegios públicos, a las que la nueva adjudicataria anunció sus despidos a pesar de tener derecho a subrogación. Esta situación les llevó a estar varias semanas en una situación de indefinición, hasta que la empresa y el Ayuntamiento acordaron la continuidad de las empleadas.

Otras trabajadoras de limpieza, en este caso las encargadas del palacio de María Pita y los edificios municipales de la Franja y la Casa Paredes vieron sus puestos en peligro hace un año. La Marea anuló la licitación del contrato ya que el precio de licitación era inferior al del coste del servicio y en los pliegos se incluía una reducción del 10 % en la jornada laboral y el salario de las nueve limpiadoras, pero el contrato se corrigió sin rebajas.

Por otra parte, el Consistorio se vio obligado por el Tribunal Administrativo Central a adjudicar el contrato de parques y jardines que fue negociado por el PP durante el anterior mandato y que la Marea trató de paralizar. Además, hace dos meses terminó el contrato de recogida de basuras, aunque el Ayuntamiento acordó con la concesionaria su continuidad, hecho que conlleva el pago de facturas con reparos de legalidad.

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