El nuevo Gobierno municipal quiere cambiar de raíz la iluminación navideña de la ciudad desde este mismo año. El concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, explicaba ayer mismo que ya están comenzando a trabajar en esta cuestión para dar una vuelta de tuerca global a toda la iluminación urbana.
El responsable municipal explicó que, gobiernos anteriores, llegaron a gastar hasta 600.000 euros anuales en las luces de Navidad, una cantidad que los gobernantes de Marea Atlántica quieren reducir hasta la mitad. Por ello, se plantean cambiar el concepto. Desaparecerán de la calle los tradicionales arcos de luces, que van de lado a lado de la calle, y se plantea “vestir espacios”, no colocar luces en todas las calles y avenidas.
La idea del edil es llegar a un consenso con todos los barrios y seleccionar en cada uno de ellos determinados espacios representativos, como plazas o parques, que se acondicionarán para ser iluminados. Se realizarán, explicó Varela, intervenciones de mayor calidad estética en todos los barrios.
La idea del Gobierno municipal es seguir el modelo que se ha realizado en los últimos años en el Campo da Leña vistiendo los árboles de luces. “Se trata más de crear espacialidad que de espacios iluminados”.
intervenciones
Lo que se pretende ahora es seleccionar esos espacios para realizar intervenciones específicas “con máis empaque”, señaló Xiao Varela. El concejal recordó que el año pasado se colocaron algo más de 900 arcos luminosos en las calles de toda al ciudad, algo que el Gobierno de Marea Atlántica descarta por completo.
En María Pita, por ejemplo, se contempla la creación de una especie de cielo estrellado a través de elementos colgantes. En el caso del Obelisco, avanzó Varela, se convocará un concurso popular para decidir la intervención que se realizará.
El nuevo equipo del Ejecutivo municipal seguirá la línea de eficiencia energética instaurada hace años y todas las luces serán de tecnología led, lo que permite un ahorro económico para las arcas públicas.