Los coruñeses desertan del comercio y sus rebajas por la fuerte ola de calor

Los coruñeses desertan del comercio y sus rebajas por la fuerte ola de calor
la calle real se quedó vacía debido a las altas temperaturas que llenaron san amaro susy suárez

El comercio no se resiste a mantener sus fiestas de guardar aunque la liberalización de los períodos de descuentos haya descafeinado las rebajas y ayer grandes y pequeños –en este caso muchos menos– levantaron la persiana para intentar rascar un poco en el bolsillo de los coruñeses en el famoso primer domingo de saldos. Sin embargo, el sol y las altas temperaturas le ganaron la partida a las ofertas y apenas hubo ciudadanos que se acercaran a los establecimientos comerciales.
Los grandes centros de ocio de la ciudad, prácticamente sin excepción, pusieron ayer toda su oferta comercial a disposición de los coruñeses, pero la mayoría se quedaron con las ganas de ser el polo de atracción que hubiesen sido en un domingo de tiempo invernal.
Tanto a última hora de la mañana como por la tarde fueron escasos los vecinos y visitantes que se desplazaron hasta estas áreas, cuyos aparcamientos y pasillos estuvieron muy por debajo de su capacidad pese al atractivo reclamo de las rebajas.
El sol y los termómetros –que superaron los 30 grados, algo nada habitual en la ciudad– cuyo reflejo real para la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) es una alerta amarilla por altas temperaturas, invitaron a la mayor parte de la población a acudir a las playas urbanas de la ciudad o incluso a escaparse de A Coruña para disfrutar de otros arenales cercanos.
De hecho, alrededor de las 12.00 horas en Riazor y Orzán quedaban pocos espacios libres para colocar una toalla o una sombrilla. Previsores como pocos algunos empresarios del sector a nivel minorista decidieron no abrir porque no esperaban que la jornada resultase óptima para las cajas registradoras. En zonas como Distrito Picasso –una de las grandes referencias en cuanto a compras en este momento– solo estuvieron disponibles para el público los establecimientos de cadenas como Inditex. Los pequeños empresarios prefirieron disfrutar del día de descanso a sabiendas de que el retorno económico sería mínimo.

cambios de planes
Prueba de ello es que tan solo un puñado de personas se movió por la zona a media mañana. En el entorno de la Zona Comercial Obelisco el seguimiento de los establecimientos tradicionales fue un poco más desigual y no todos hicieron bloque como en otros barrios.
Unos abrieron y otros no pero pese a ello zonas emblemáticas como la Calle Real también lució una imagen desoladora durante casi toda la jornada. “Ahora cada uno hace lo que quiere pero con el día de playa que tenemos no creo que haya mucha gente en la calle por la mañana y mucho menos por la tarde”, afirmó el presidente de la zona comercial, Antonio Amor, antes de la hora de comer. En su opinión “la gente tiene ganas de playa y no es normal que llene un centro comercial” en jornadas de buen tiempo como la de ayer.
Incluso se dio un paseo por el entorno para confirmar que el movimiento de público fue escaso. “Hubo gente que me dijo que si sigue así por la tarde ya no abre”, confirmaba a mediodía.

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