Los alumnos del Centro Municipal de Empleo consigue su primera cosecha sin mancharse las manos

Los alumnos del Centro Municipal de Empleo consigue su primera cosecha sin mancharse las manos
el profesor jorge vázquez explica progresos de su clase a la concejala de empleo, luisa cid quintana

La agricultura como un actividad ligada a la tierra es cosa del pasado. De los cobertizos del Centro de Formación Municipal, en A Grela, puede salir una cosecha nueva de lechugas cada 45 días sin que dependa para ello de ningún factor más que el humano. Ni siquiera se necesita suelo, puesto que el vivero que la teniente de alcalde de Empleo y Empresa visitó ayer se basa en cultivos hidropónicos. Es decir, plantas que crecen en una solución de agua y nutrientes, bajo el sol artificial de las bombillas, LEDs y fluorescentes.

Ponen en marcha un vivero hidropónico en el que participan varias disciplinas

“Este módulo es un buen ejemplo de como se trabaja de manera integrada en este centro”, aseguró Luisa Cid. Y es que los alumnos de los talleres de soldadura instalaron las estructuras metálicas del vivero. Los de fontanería, el circuito de agua, y los de electricidad, el sistema fotovoltaico. Como todos los proyectos de este centro, se trata de formar a los alumnos en proyectos que tengan futuro, que cuenten con uan buena expectativa de inserción laboral incluso en tiempos de crisis y, según el profesor de jardinería, Jorge Vázquez, que guió a Cid en la visita, éste lo tiene.

“Podemos cultivar muchas cosas. No solo lechugas, escarolas o calabacines, que es lo que estamos haciendo ahora. También podemos hacer crecer productos caros, como la naranja “phisalis”, que es un producto de gourmet, y todos los que se llaman de cuarta gama”, comentó el docente. Eso quiere decir que salen al mercado frescos, cortados, lavados, embolsados y listos para el consumo. “Podemos producir cualquier hortaliza, como tomates, de los que ahora traemos muchos del norte de África. También podemos cultivar flores”, añadió el experto.

 

ecológico

Un punto interesante del cultivo hidropónico, como explicó Vázquez a Cid, es que las plantas no precisan pesticidas ni fungicidas, así que en ese sentido es más respetuoso con el medio ambiente que la agricultura tradicional. Además, ocupa menos espacio porque los cultivos se pueden disponer a varios niveles, y no solo horizontalmente.

“Ahora estamos experimentando con varias formas de iluminación. En unos cultivos empleamos fluorescentes. En otros, lámparas de sodio. Aquí, por ejemplo, empleamos LEDS”, enumeró el profesor de jardinería. Estas bombillas destacan porque no irradian calor, lo que significa que el ahorro de energía es entorno a un 85%. Precisamente el siguiente paso en el vivero de esta escuela municipal es construir un sistema de calefacción para mantener la temperatura ideal para las plantas: “No hace falta mucho, solo unos 18 grados centígrados”.

Los alumnos del Centro Municipal de Empleo consigue su primera cosecha sin mancharse las manos

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