Después de un fin de semana en el que los que no se asustan por unas nubes pasajeras disfrutaron de en la arena, la llegada de una borrasca que anoche descargó las primeras gotas en la ciudad dejará a los coruñeses sin playa hasta el fin de semana.
Ya ayer por la tarde las toallas se recogían con más prisa de lo habitual y en lugar de arañar un rato más al ocio junto al mar los tomadores de sol se vestían y emprendían el camino de vuelta a casa empujados por el descenso de temperaturas y la amenaza del cielo cada vez más gris.
Los 26 grados que se registraron ayer en las horas centrales del día son, según la previsión de MeteoGalicia la temperatura más alta que marcarán los termómetros coruñeses esta semana.
No significa que haya que sacar del armario el jersey –aunque muchos comentan que no se lo han quitado prácticamente en todo el verano–; la lluvia que caerá hoy y mañana no vendrá acompañada de frío. Tanto es así, que subirán las temperaturas mínimas, hasta los 18 grados hoy y los 17 mañana. Las máximas estarán en los 22 y los 24 grados, respectivamente, lo que hará que la sensación térmica, especialemente hoy, apenas varíe durante toda la jornada.
El jueves volverá a asomar el sol entre las nubes y ese día sí, bajará el mercurio. Con más cielos cubiertos que despejados, los termómetros estarán entre los 12 y los 23 grados. Prácticamente una copia será el viernes, que pese a no augurar un buen fin de semana, dará paso a la única jornada de pleno sol de toda la semana.
Será el sábado cuando por fin podrán volver a llenarse los arenales con sombrillas y bañistas. Los 24 grados que se esperan y el sol radiante y libre de nubosidad serán los mejores argumentos para aprovechar en la playa el último sábado de agosto.
A expensas de los cambios en las previsiones a medida que avance la semana, el sábado será el mejor día para que los coruñeses que en septiembre vuelven al trabajo se despidan del mar. Poque el domingo, aunque se mantendrán las temperaturas altas –se espera llegar a los 25 grados– el cielo volverá a llenarse de nubes.