Llega a Payo Gómez el primer candidato a formar parte del museo del Picasso coruñés

Llega a Payo Gómez  el primer candidato a formar parte del museo del Picasso coruñés

El que se paseará hasta el 11 de diciembre por el bajo de la casa museo Picasso no solo fue el último cuadro que pintó en A Coruña, sino también su primer gran lienzo ya que hasta ese momento no había hecho ninguno de ese calibre, e incluso puede que vuelva a encabezar otra lista, la que le ponga contenidos a un futuro museo del Picasso coruñés, que es un reto, según el concejal José Manuel Sande, que pide cautela. 
“La alternativa” abre un nuevo período en el espacio gestionado por la firma Arteca, que seguirá con la incorporación temporal de otras dos obras más, pertenecientes a aquella exposición de la calle Real, su primera muestra al público. El coordinador del proyecto, Francisco Muíños, contó ayer en la presentación que una de ellas a punto estuvo de venir a celebrar el 120 aniversario del artista. No llegó a tiempo, pero a cambio volverá a su origen, después de contactar con el propietario y conocer su historia cuando fue el abuelo el que viajó a París a comprarlo. 
En el caso de “La alternativa”, el dueño lleva contemplándolo en su casa desde hace 20 años. Muíños señaló que los organizadores de la exposición del museo de Bellas Artes ya se interesaron por el cuadro, pero recibieron una negativa. No era el momento ni el lugar. Al parecer, el que hoy lo cede, de nacionalidad española, pensó que la obra tenía que presentarse de forma exclusiva al mundo. Fue el mismo quien la transportó hace dos días al espacio y de él dependerá que la pieza, que supuso la alternativa de José Ruiz y Blasco a su hijo, se quede para siempre: “Con ella se demuestra que el alumno superó al profesor”, señaló el gestor cultural, Salvador Corroto. A partir de ahí, el pequeño tuvo licencia para volar artísticamente. 
Además, el valor de la creación de 1895 está también en el enclave, una marina que podría ser el muelle de Hierro situado a la altura del edificio de La Terraza. En la escena, se ven dos veleros al fondo y un grupo de personas en tierra, una de ellas agitando un pañuelo: “Es algo que le gustaba plasmar, no se sabe si saludan al que se va o al que viene”. Muíños espera que el lienzo al que la hija del pintor, Maya, le dedica un texto, sea la semilla del proyecto, que se completará con iniciativas como la visita guiada de hoy a las 18.00 horas por los intestinos del IES Eusebio da Guarda, donde Picasso practicó genialidades sobre cuartillas, y la charla de mañana a las 12.00 horas sobre esta etapa temprana y hasta ahora escondida. Decía Sande que sin obra, sería difícil perpetuarla. La idea es comenzar a dar pasos sobre un artista del que todavía quedan cosas en la recámara.

Llega a Payo Gómez el primer candidato a formar parte del museo del Picasso coruñés

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