Llega la nueva constelación zodiacal Ofiuco el próximo domingo

Llega la nueva constelación zodiacal Ofiuco el próximo domingo
Junto a la Casa de las Ciencias se pudieron ver artilugios e inventos de todo tipo pedro puig

Aunque estamos habituados a hablar de las doce constelaciones del zodíaco, si tenemos en cuenta la definición precisa de las constelaciones por las que circula el sol a lo largo del año encontramos que son trece, con Ofiuco, que abarca desde el próximo domingo 30 de noviembre hasta el 17 de diciembre.
Esta época el año que empieza en muy poquitos días no está ni en Escorpio ni en Sagitario, ni en ninguna otra de las constelaciones zodiacales, por lo que las personas que han nacido esos días no tienen ningún signo del zodíaco que puedan consultar en el horóscopo del periódico o de las revistas.
Es más, el movimiento de precesión de los equinoccios ha deslizado las constelaciones zodiacales y, por lo tanto, los signos zodiacales que eran válidos hace tres mil años, no lo son hoy.
De esta manera, el signo de Sagitario va del 18 de diciembre al 18 de enero; Capricornio, del 19 de enero al 15 de febrero; Acuario, del 16 de febrero al 11 de marzo; Piscis, del 12 de marzo al 18 de abril; Aries, del 19 de abril al 13 de mayo; Tauro, del 14 de mayo al 19 de junio; y Géminis, del 20 de junio al 20 de julio.
Cáncer iría del 21 de julio al 9 de agosto; Leo, del 10 de agosto al 15 de septiembre; Virgo, del 16 de septiembre al 30 de octubre; Libra, del 31 de octubre al 22 de noviembre; Escorpio, del 23 al 29 de noviembre; y por fin Ofiuco, del 30 de noviembre al 17 de diciembre.
"Hay mucha gente que cree que tiene un signo y, en realidad, el día en el que nació el sol estaba en otro sitio", explica a Efe el director de la Casa de las Ciencias de A Coruña, Marcos Pérez, que ha impartido esta semana en el Planetario un curso sobre astrología.
De los 79 alumnos que asistieron al curso, casi una veintena sabía que su signo podía variar si se tiene en cuenta a Ofiuco, y el resto no pudo mostrar sino sorpresa ante tal revelación.
"Me siento engañado", repuso con indignación un antiguo géminis que ahora es tauro.
Pero las constelaciones se podían haber dibujado de otra forma y no hay nada en el firmamento que haga que las estrellas que están en Cáncer tengan una relación especial entre sí que no tienen las que están en Leo, por ejemplo, pero ahí están, es algo cultural.
Como también lo es la asignación de caracteres y propiedades personales al hecho de que el sol haya estado en un sitio concreto del cielo el día en el que nacimos.
"Aquí no hay nada científico, todo es un invento", asegura el director de la Casa de las Ciencias de A Coruña, porque "si somos rigurosos, los que hacen los horóscopos están errando pero con muchísima gente".
En todo caso, no podemos culpar a nadie en concreto del diseño de las constelaciones porque es fruto de remotos consensos que resistieron incluso intentos de cristianizar el firmamento, pues la astronomía que conocemos hoy no es producto de la ciencia contemporánea, ni siquiera de la ciencia moderna.
Hace miles de años, la gente conocía perfectamente el cielo y sus movimientos y podía predecir eclipses, ocultaciones o conjunciones de planteas con muchísima antelación y es de justicia preservar también parte de ese legado cultural.
Pero entonces aparece de nuevo Ofiuco (Ophiuchus), el Serpentario, una de las 88 constelaciones que se pueden observar hoy en el cielo y que hunde sus raíces en tiempos remotos.
Para aquellos que se estén enterando ahora de que este es su signo, que sepan que es una constelación bonita y que además están de suerte, porque su personaje mitológico es Asclepio, asociado a la medicina y la sanación.
"Si hay constelaciones que dan mejor rollo y otras peor rollo, esta es de las buenas", asegura Marcos Pérez, que no obstante apunta, del lado contrario, la "diferencia psicológica entre tener doce constelaciones del zodíaco y tener trece".
Y eso que a simple vista, de los cien mil millones de estrellas de nuestra galaxia, podemos ver unas seis mil, así que una forma de salvar esta situación es asumir que cuando la astrología habla de constelaciones y signos del zodíaco alude a un conocimiento que no está actualizado.
"Hoy la astrología tiene una presencia marginal y es falso como afirmación científica insistir en que hay una asociación entre las posiciones de los planetas y nuestra suerte o nuestro carácter. No hay ninguna evidencia ni ningún mecanismo para explicar ese fenómeno", sostiene este físico gallego.
Entonces, cada uno que crea en lo que quiera, también en la lotería de Navidad, porque creencias irracionales hay muchas y, al menos, esta entretiene a casi todo el mundo.

Llega la nueva constelación zodiacal Ofiuco el próximo domingo

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