La trampa para poder elaborar cualquier mueble se esconde dentro del cartón

La trampa para poder elaborar cualquier mueble se esconde dentro del cartón
antonio, elena, idrissa, bienvenu y suria, en la muestra de os mallos pedro puig

En el vestíbulo del centro cívico de Os Mallos se reúne un puñado de personas de lo más variopinto: hay coruñeses, pero también senegaleses y un indonesio. También los muebles donde se sientan son bastante diferentes, con formas y colores llamativos. Pero hace falta tocarlos para darse cuenta de que por qué son especiales: están hechos de cartón. Sin embargo, no es ninguna trampa, asegura Idrissa Ba. “Yo peso setenta y nueve kilos y me aguanta perfectamente”. Y él sabe de lo que habla, porque es uno de los creadores de los muebles que están expuestos actualmente, y durante el mes, en el centro cívico.
Y sin embargo, ninguno de la docena de personas que contribuye a la muestra de “Recrea cartón” había hecho nada parecido hasta que acudió a la Fundación Ronsel.
La entidad colabora con Ecos do Sur, y entre los dos han decidido que la única salida laboral posible para los colectivos más desfavorecidos, como parados de larga duración, mujeres o inmigrantes es una formación poco convencional: ni albañiles, ni comerciales, ni ninguna otra profesión semejante, sino trabajadores del cartón.
El proyecto comenzó hace un año y los participantes en la muestra de Os Mallos forman parte en su mayoría, de una segunda promoción. Todos se sienten orgullos del resultado de su trabajo, lo que es aún más importante cuando se trata de gente con tantas dificultades para salir del paro. “Yo buscaba algo diferente, después de mucho tiempo trabajando en la hostelería estaba en paro y me interesé por el taller”, explica Elena García, Cuando comenzó el proyecto, decidió que su primer mueble debía ser una mesa en forma de “q”, que luego decoró con fotos de personas de múltiples etnias.
Suria trazó con la plantilla una cómoda y Antonio García, una silla. Ba también se decidió por un mueble en forma de letra. En esta ocasión, una cuna. “Con una ‘B’ de bebé por un lado y una ‘M’ de mamá por la otra”, aclara. Una elección extraña para un soltero. En cambio, la de su compañero de proyecto, Bienvenu Upsama, era fácil de entender: un sofá en forma de labios, rojo y cómodo que invite a reclinarse a alguien en compañía. Reconoce entre risas, que le pareció adecuado para sentarse en él con una chica.
Pero los muebles de cartón tienen muchas utilidades aparte de esa. No solo en decoración doméstica, sino en escaparatismo, decoración de tiendas y pubs, congresos, regalo de empresa o atrezzo. En un mes se puede tener listo cualquier mueble, a la carta. “Ya tenemos algunos pequeños encargos”, señalan desde la Fundación Ronsel, que el lunes comienza con el tercer grupo de alumnos.

La trampa para poder elaborar cualquier mueble se esconde dentro del cartón

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