Los huertos urbanos cambian de lugar y se destinarán a asociaciones sin ánimo de lucro

Los huertos urbanos cambian de lugar y se destinarán a asociaciones sin ánimo de lucro
QUINTANA. HUERTOS URBANOS EN MESOIRO

El Ayuntamiento de A Coruña ha diseñado un nuevo estilo de huertos urbanos para la ciudad, en el que sus ocupantes pasan de ser ciudadanos a asociaciones sin ánimo de lucro. Después de que las plantaciones ubicadas en Novo Mesoiro no obtuviesen los resultados de ocupación esperados, ahora se trasladan a Monte Alto y tendrán su espacio en el parque de Carlos Casares, en los alrededores de la antigua cárcel. Además su ocupación pasará a ser totalmente gratuita. 
Tres parcelas de 24 metros cuadrados cada una estarán a disposición de agrupaciones que fomenten los cultivos ecológicos y que los doten de una finalidad social, educativa, ambiental e integradora. 
Así, desde el Ayuntamiento se ha pensado en un modelo gratuito en el que las adjudicatarias solo deberán ocuparse de los gastos de conservación y mantenimiento de las huertas, además de adquirir las semillas y el equipamiento necesarios. Este planteamiento es totalmente opuesto al de las plantaciones en Novo Mesoiro, para las que se tenía que pagar una tasa inicial de 60 euros y luego hacer frente a un alquiler mensual de 25, hecho que acababa con el interés por parte de muchos. 
La antigua propuesta no ha dado frutos y por ello ahora se busca una solución de diferente naturaleza, de modo que se pueda utilizar con un objetivo más didáctico.

requisitos
Entre los requerimientos para hacerse con una de las nuevas parcelas están el empleo de técnicas de agricultura ecológica, potenciar el empleo de semillas autóctonas y especies locales, o el uso para cultivos hortícolas, de tubérculos, legumbres, flores y plantas aromáticas o medicinales. Por el contrario, quedan excluidas las especies arbustivas o arbóreas, los transgénicos, especies invasoras, las ornamentales que puedan suponer riesgos para la salud humana o aquellas que sean degradantes para la tierra y el subsuelo. 
Además, su consumo estará limitado al ámbito familiar y se prohíbe expresamente el uso de fertilizantes no ecológicos, así como de insecticidas, abonos minerales o el riego con mangueras o aspersores.
Las agrupaciones que deseen optar a estos huertos, deberán presentar un proyecto en el que detallen el proyecto social, pedagógico, terapéutico o ambiental que quieran desarrollar. Además, en esta memoria deberán incluir los objetivos, las personas destinatarias y la metodología y planificación de actividades que se llevarán a cabo.
Así, se trata de una reinvención de estas huertas urbanas, que en su intento en Novo Mesoiro no alcanzaron el resultado esperado es ningún momento. A finales de 2012 se crearon en el barrio 89 parcelas de cincuenta metros cuadrados cada una. Ahora, estas plantaciones tienen sus días contados ya que ahora dejarán su lugar al nuevo colegio público del barrio.
El presidente de la asociación de vecinos de este barrio, Xosé Aller, explica que “dende o principio non se cubriu nin un tercio das tres ringleiras” que constituyen el huerto y la situación no ha cambiado en la actualidad. “Agora debe estar ocupado coma un tercio”, explica.
Además, Aller apunta que una de las principales razones por las que no tuvo éxito esta iniciativa fue por el alto precio que deben hacer frente los ocupantes del huerto, algo sobre lo que asegura que “no compensa”.

Los huertos urbanos cambian de lugar y se destinarán a asociaciones sin ánimo de lucro

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