Aunque tanto el comité de empresa como la patronal y el propio Ayuntamiento condenan estos actos de vandalismo, la quema de contenedores no cesa: durante la pasada madrugada, siete depósitos de papel para el reciclaje resultaron dañados por las llamas y los bomberos tuvieron que afanarse desde las dos hasta las cinco y media de la madrugada para extinguir todos los fuegos. A las dos y cuarto, en una calle de Monte Alto, un encapuchado arrojó una piedra que rompió la luna de un camión, a pesar de que circulaba bajo protección policial y no pudo ser localizado. Esto obligó a todos los camiones a volver a Nostián para reorganizar el servicio, esta vez custodiado cada camión por dos patrullas.
El servicio no se pudo reanudar hasta las tres y media de la madrugada, pero concluyó sin incidentes, sin que pudiera completarse la recogida de basura, lo que llevó ayer al alcalde, Carlos Negreira, a recalcar que “la huelga afecta solo al tratamiento de basuras, y no a la recogida, aunque parezca lo contrario”. El último incidente se produjo a las once y media de la mañana, cuando ardió un nuevo contenedor, esta vez en la avenida de Finisterre a la altura del paseo de los Puentes, fuego que extinguieron los bomberos.
Poco después también la negociación entre trabajadores y patronal quedaba extinta también, después de que el comité insistiera en la readmisión de los ocho trabajadores despedidos por Albada, algo a lo que se niega la empresa concesionaria de la planta de reciclaje de Nostián. Negreira pedía a ambas partes que llegaran a un acuerdo y recordaba que el Ayuntamiento gasta 20 millones de euros al año en el tratamiento de la basura.
mediador de aga
“Ahora ya pasó el momento de eso, ahora hay que ir directamente a la conciliación laboral”. También Xosé Manuel Vilariño considera que ha llegado el momento de que un mediador de AGA tome las riendas de la situación. Sobre todo, porque Vilariño está convencido de que la razón y lo que es mejor, la ley, están de su parte y esperan que el delegado de conciliación laboral intervenga en “uno o dos días”.
“Quérennos cambiar o convenio por outro peor”, insiste el comité de empresa. Desde Albada recriminan a los trabajadores que se mantengan en sus trece a la hora de exigir que vuelvan los once compañeros despedidos por falta de carga de trabajo cuando la patronal ya ha renunciado a la reducción salarial en favor de la congelación. Y mientras tanto, algunos vecinos de Nostián denuncian que ya no aguantan más la peste que produce la basura acumulada.