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jueves | 25 abril | 2024
La avenida de General Sanjurjo volverá a abrirse al público a finales de la próxima semana, después de que durante el pasado agosto se sometiera a una reforma para eliminar la mediana que impedía desplegar en ella las autoescaleras de los camiones de bomberos de mayor tamaño. El sábado finaliza el asfaltado, pero el Ayuntamiento va más allá, y el próximo lunes comenzará el pintado del firme para convertir la avenida en el próximo tramo de vía prioritaria de la ciudad, cámaras incluidas.
La avenida abrirá al tráfico el sábado 15, después de pintarse las líneas naranjas
El teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Julio Flores, explicó que “los técnicos de movilidad están finalizando los estudios para ubicar la señalización vertical y para la instalación de las cámaras” como último paso previo para la instalación la Vía Prioritaria Vigilada. El Ayuntamiento afirma que ha cumplido en vías como la de Federico Tapia sus objetivos de “dar prioridad al transporte público, facilitar la convivencia de todos los sistemas de transporte y tratar de eliminar la doble fila”.
Flores no aclaró si también se van a reservar zonas para párking exprés, donde solo se permite aparcar durante veinte minutos, aunque todo parece apuntar a que así será. Fue una de las reformas que generó más polémica entre los conductores, que mantenían que veinte minutos era muy poco plazo.
simulacro
El concejal dio a conocer estas novedades durante la celebración de un simulacro en el que los bomberos emplearon una autoescalera para llegar con el brazo articulado hasta el techo de un edificio de dos plantas. La demostración tuvo lugar a la altura del número 40 de la avenida, a escasos metros de la sede de la agrupación socialista. El brazo articulado se movió a un lado y luego salvó la calle para detenerse en el último piso del inmueble de enfrente. Tal y como explicó el jefe de Bomberos, Carlos García Touriñán, con la eliminación de la mediana no solo se puede extender el brazo hasta el máximo, sino que se puede trabajar salvando al distancia de manera que, incluso en una emergencia, los coches podrían pasar por debajo y se mantendría habilitado un carril.
Las obras han costado 200.000 euros y más de un mes de trabajo, pero Flores asegura que fue necesario: “Hemos corregido un problema que suponía un peligro para los vecinos que residen en viviendas altas”. n
