A Falperra encarga su propio proyecto con el centro de salud en Santa Lucía

A Falperra encarga su propio proyecto con el centro de salud en Santa Lucía
José Manuel Dapena (PSOE) y Rosa Gallego (PP) apoyaron a los vecinos y comerciantes en su reivindicación | patricia g. fraga

La decisión unilateral del Ayuntamiento de descartar la construcción del centro de salud en el mercado de Santa Lucía y el anuncio de que se encargará un proyecto para reformar únicamente la plaza de abastos ha generado un gran enfado en el barrio, que va creciendo por momentos. Con el apoyo de los grupos de la oposición del PP y el PSOE, la Asociación de Vecinos y Comerciantes de A Falperra anunció que no va a consentir imposiciones y ha encargado a varios arquitectos un proyecto que sí integrará los usos sanitarios y comerciales en el edificio para rebatir la negativa de Manuel Gallego Jorreto y del propio Gobierno local.

Un cartel que rezaba “Ferreiro, ¡¡Así no!! La Falperra te exige que cumplas con lo pactado con la Xunta. Todos queremos el centro de salud” presidió ayer el anuncio por parte de la mayoría del barrio de que han tomado, y seguirán tomando, medidas para que el Consistorio no invalide el acuerdo con el Sergas para crear un centro de salud en el edificio de Santa Lucía. Asimismo, residentes y empresarios con la Asociación de Vecinos y Comerciantes de A Falperra al frente pretenden evitar que María Pita afronte obras que puedan perjudicar la futura implantación del equipamiento si tras las elecciones municipales llega otro partido al poder.
Lejos de convocar manifestaciones –al menos por el momento– los actores implicados en el futuro de la infraestructura anunciaron que después de Semana Santa presentarán un proyecto alternativo al que el equipo de Xulio Ferreiro encargó al arquitecto Manuel Gallego Jorreto.

Entienden que el de este último está cumpliendo una “misión política” al negar que el centro de salud y el mercado puedan estar en una misma edificación. Un grupo de arquitectos del barrio desarrollan en la actualidad, y de “manera desinteresada”, otra propuesta para demostrar que estas dos utilidades son compatibles y también pueden incorporar las salas para reuniones y clases, dando una nueva vida a la zona.
Así lamentaron que, supuestamente, Gallego Jorreto cambiara de idea a medida que avanzaba la tramitación municipal y recordaron que su plan, que ganó un concurso de ideas municipal, ya se había dado a conocer meses antes en algunos medios.
En este contexto de tensión, en un futuro no descartan tener que llevar a cabo más acciones porque se sienten “sorprendidos y decepcionados”, por la “falta de sentido común y la ausencia total de diálogo” de la Marea que ha dejado muchos interrogantes.

Tres años “de paralización”
Durante la lectura de un manifiesto oficial, el presidente de la agrupación, Antonio Deus, recordó que tras llegar a un acuerdo entre el Gobierno local de Carlos Negreira, la Consellería de Sanidade y los distintos sectores del barrio en 2014 no se esperaban que en 2018 el plan estuviese “en un callejón sin salida”.

El representante incidió en varias ocasiones, como varios de los vecinos que estaban presentes (se juntaron alrededor de medio centenar de personas), en los tres años “de paralización” durante los que se ha ido deteriorando el barrio y han ido cerrando negocios. “Se le ha producido un daño y castigo al barrio, que es irrecuperable”, subrayó.
“Claro que, tampoco podíamos imaginarnos que un alcalde, que ha de serlo de todos los coruñeses, pudiese comportarse de la forma tan sectaria como lo está haciendo Xulio Ferreiro”, comentó Deus, si bien pocos minutos antes el regidor afirmaba que la protesta no debería de ir contra el Ejecutivo municipal sino contra el Sergas por no aceptar las alternativas que se le propusieron.

En este sentido, desde el colectivo de A Falperra defendieron que el conselleiro de Sanidade estuvo más abierto al diálogo y los recibió muchas más veces para tratar el asunto que Ferreiro. A este solo le dirigieron palabras de reproche por intentar “imponer, de una manera unilateral, su criterio y el de sus colaboradores y que la mayoría no compartimos”.

“Propuestas absurdas”
Deus opinó que “si algo en común tenían las tres propuestas del Ayuntamiento es que eran soluciones absurdas que se dieron sabiendo de antemano que no podían ser aceptadas por la Consellería”. Por ejemplo, dijo que hasta los médicos se opusieron a un hipotético traslado del servicio desde Federico Tapia al solar de la calle de A Falperra.
La asociación volvió a llamar al diálogo al equipo del alcalde al tiempo que invitaba a Ferreiro a reflexionar sobre su culpa en este largo desencuentro dado que el resto de implicados estaban y siguen estando de acuerdo.

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