“La Fábrica de Armas ha estado trabajando sin licencia desde su apertura en 1958”

“La Fábrica de Armas ha estado trabajando sin licencia desde su apertura en 1958”
Gómez cree que este año facturarán unos 14 millones susy suárez

Uno de los dos socios de Hércules de Armamento desgrana el proyecto de presente y de futuro de la factoría de Pedralonga.

Después de todo, ¿al fin se puede hablar de una Fábrica de Armas trabajando en la ciudad?

En realidad es una fábrica de mecanizados de alta capacidad, que también realiza algunos proyectos de armamento, pero no es una fábrica de armas como antes.

¿Ha costado?

Para mí ha sido durísimo. He llegado hasta aquí gracias a mi socio Ramón Mejuto, a su tesón, su cabezonería y su constancia.

¿Por qué cree que se lo han puesto tan difícil a Hércules de Armamento?

Creo que se nos demonizó porque no se conocía nuestro proyecto. Aquí siempre hubo dos opciones y siempre se apoyó a una de ellas por desconocimiento de la otra. Ha sido un verdadero camino de espinas. Nosotros no contamos con nada de capital público, solo somos dos socios privados, que nos hemos endeudado con los bancos para sacar adelante el proyecto. Ha sido difícil, y hasta hemos llegado a perder inversores por el camino.

¿Ese desconocimiento, también ha sido porque ustedes no han presentado el proyecto públicamente hasta el final?

No queríamos vender humo. No considerábamos apropiado salir ante los medios de comunicación a presentar algo que no era seguro. Cuando manejas negocios de este tipo la prudencia y la rigurosidad son esenciales.

El otro proyecto contaba con el aval del Igape. ¿Ustedes nunca pidieron el respaldo de fondos públicos?

Ellos (IFFE) tenían la promesa de un respaldo. Yo creo que presentarse a un concurso con apoyo público es, cuanto menos, irregular, y no sé si ilegal. De todos modos, en un concurso hay que presentar documentos, no solo promesas.

¿Ahora ya se conoce su proyecto en la administración?

En el Ayuntamiento sí lo conocen a fondo. Y nos han mostrado su apoyo y su ayuda. En la Xunta todavía no. Hemos solicitado una reunión con el conselleiro de Industria pero aún no nos ha podido recibir.

Es innegable que el tema de la Fábrica de Armas se ha usado como instrumento político. ¿Cómo le ha afectado esto a Hércules de Armamento?

Muy negativamente. Se politizó primero por la UGT. La industria militar requiere de mucha discreción y nosotros siempre hemos querido evitar la polémica. Al intentar evitar eso, es como si quisiéramos ocultar algo, pero no es así. Temíamos que, si ganábamos el concurso, la foto quedaría complicada.

Se habló de que tenían mano en el concurso.

Lo cierto es que el Partido Popular no nos ha ayudado en nada. Nos llegaron a achacar que conocíamos a no sé cuánta gente, nos hablaban de un amigo de Feijóo, que yo no conozco ni en foto. Pero también el PP nos dijo que nos ayudaba el PSOE, cuando ni siquiera teníamos relaciones. Después de ganar se lo tomaron a mal, el señor Teixido se había acercado al alcalde para tratar de que la candidatura que ellos apoyaban saliera adelante. Al no ser así, se volvió en contra de la Alcaldía, porque los sindicalistas se pensaban que era culpa suya.

Políticas al margen, ustedes creen que a administración debería apoyar este proyecto.

Somos el proyecto que más empleo estable ha creado en Galicia en los últimos meses. Ya tenemos 15 vigilantes trabajando 24 horas al día, y entre 26 y 30 personas en plantilla, la mayoría fijos. En un mes y medio más o menos llegarán las homologaciones y empezaremos a trabajar. En dos o tres meses tendremos que contratar a otras 80 personas y en cuatro meses, entre 50 y 70 más. Son muchos empleos creados.

¿Se pensó en bajar los brazos?

Yo sí, porque esto era David contra Goliat. Pero Ramón no; él es el que se ha mantenido fuerte para llevar a buen puerto esta nave.

Y por ahora les va saliendo bien.

De momento va saliendo. Las posibilidades de esta fábrica son gigantescas. Es un gran polo de negocio. Si todo va como está previsto, en cinco años tiene capacidad para más de 1.000 personas trabajando.

¿Cuál es la base del negocio en A Coruña?

Podemos vender algo a Defensa española, pero la fábrica está enfocada para trabajar con otras internacionales y vender directamente a otros gobiernos. Ahora estamos en negociaciones con nueve gobiernos distintos. Pero el 90% de la fabricación es para exportación.

¿Con qué están ahora mismo?

Hemos tenido que empezar todo desde cero. Llevamos inmersos en proyectos burocráticos tres meses.

¿Esto es porque se cerró la fábrica y ahora hay que volver a ponerla en marcha?

Sí, pero es que aquí no había ni licencia industrial desde el año 1958.

¿Se ha trabajado sin licencia, entonces?

Siempre se ha trabajado sin licencia en esta fábrica. Lo que pasa es que antes, cuando eran temas militares, no se pedían este tipo de licencias. Se hacía y punto. En el 58, 60, 70... es lo que se hacía.

Pero en 2001 llegó General Dynamics...

Sí, pero lo que hizo fue quedarse con Santa Bárbara. Entonces, siguió una línea continuista. Como la fábrica se paró y ahora hay que empezar de cero, hay que arrancar.

Precisamente, esa era una de las alertas que lanzó el comité.

Ellos lo decían por la maquinaria. Sobre las licencias de la fábrica no pudieron alertar porque no las había.

“La Fábrica de Armas ha estado trabajando sin licencia desde su apertura en 1958”

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