El Escaño Ciudadano solo tuvo uso en cuatro de los últimos trece meses

El Escaño Ciudadano solo tuvo uso en cuatro de los últimos trece meses. Esta iniciativa implantada por la Marea permite a los coruñeses presentar sus sugerencias o reclamaciones a la corporación municipal, pero su utilización ha decaído de manera notable en los últimos meses.
Desde julio del año pasado solo cinco personas decidieron tomar la palabra en el salón de plenos con el objetivo de transmitir sus inquietudes a las formaciones políticas.
Después de que en julio, septiembre, octubre, noviembre y diciembre del año pasado el escaño no contase con ningún ocupante, con el inicio de 2017 retomó la actividad con dos ciudadanos.
El primero de ellos, Francisco Míguez, utilizó su turno de palabra para denunciar la aparición de documentos pertenecientes a la Concejalía de Urbanismo sobresaliendo de un contenedor y en el suelo en la plaza de Indalecio Prieto, lugar en el que se encuentra la sede de esta área municipal.
Mientras, Gloria Vázquez, presidenta de la Asociación Ve-la Luz, empleó el Escaño Ciudadano para enviar críticas al alcalde, Xulio Ferreiro, y al resto del Gobierno municipal, con motivo de las actuaciones en materia de lucha contra la violencia de género. Ambas intervenciones fueron bastante acaloradas y la segunda terminó abandonando el salón cuando la concejala Rocío Fraga aseguró que la mayoría de las afirmaciones que había realizado eran “mentira”.

Movilidad en Pocomaco
Al mes siguiente, en febrero, Laura Mariño se dirigió a la corporación municipal para reclamar diversas mejoras en materia de movilidad en el polígono de Pocomaco, principalmente que el transporte público de cobertura en toda la zona industrial.
Ramón Veras fue el ciudadano que tomó la palabra en marzo. Su intención era la de pedir que se crease el Consello Local da Saúde, tema que se había tratado durante la misma sesión plenaria.
Mientras, abril fue el último mes en el que este escaño fue utilizado por parte de los ciudadanos. Francisco Míguez volvió a hacer uso de este derecho tras su aparición en enero. En esta ocasión, su objetivo era plantear la posibilidad de llevar a cabo en la ciudad una consulta popular acerca de si la denominación oficial de la ciudad debería ser A Coruña o La Coruña.
Finalmente, el último vecino que pasó por el Escaño Ciudadano fue Emilio Vega, quien empleó su intervención en reivindicar el trabajo que está llevando a cabo la Comisión Aberta en Defensa do Común para intentar la recuperación gratuita de terrenos como los muelles interiores, La Solana, el hotel Finisterre o parcelas de la Maestranza.

Casi dos años
En su intento por aumentar la participación ciudadana dentro de la vida política de la ciudad, la Marea Atlántica puso en marcha en septiembre de 2015 este espacio. Al final de las sesiones plenarias ordinarias y tras los ruegos orales, se abre el turno de protagonismo para los coruñeses, que cuentan con tres minutos de intervención, aunque lo normal es que se terminen pasando del tiempo establecido.
El primer mes que se facilitó esta posibilidad intervinieron ocho personas, mientras que posteriormente el ritmo de participación ha decaído progresivamente y con críticas más duras hacia el Gobierno local.

El Escaño Ciudadano solo tuvo uso en cuatro de los últimos trece meses

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