Entran a robar dos veces en su casa, atacan a su mujer y apalean a su perra

Entran a robar dos veces en su casa, atacan a su mujer y apalean a su perra
Alberton su mascota “Linda”, delante de la casa donde tuvieron lugar los roboso pedro puig

Desde que le entraron a robar y agredieron a su mujer, Alberto mantiene una guardia permanente en la casa de Eirís que perteneció a su abuela. Da igual que la Policía Nacional ya detuviera al sospechoso, un coruñés de 46 años: no se siente seguro después de que ese individuo entrara en la vieja vivienda dos días seguidos, entre el 6 y el 8 de este mes, y le robara antigüedades y otros objetos por valor de 9.000 euros. Su mujer aún se recupera del golpe que le propinaron en la cabeza con una barra, igual que su mascota, “Linda”, una pastor holandesa.

“Aunque no le rompieron el cráneo, a mi mujer aún le duele la cabeza”, comenta. En cuanto a la perra, cuando la encontraron “casi no podía moverse porque había recibido una paliza”. Según Alberto, “sufrió varias heridas punzantes” que ahora se van curando: “No sé por qué lo hizo, es una perra muy cariñosa”.

Primer robo
Fue su mujer la que descubrió al individuo. La casa está en obras, rodeada de una simple valla metálica, así que le fue fácil entrar y abrir la puerta con una pata de cabra. “Cuando llegó, se encontró al tipo que le suplicó que no le denunciara, que solo estaba buscando chatarra”, explica Alberto. Cuando ella llamó a la Policía Nacional, la apartó de un empujón y huyó del lugar, antes de que las primeras patrullas llegaran. Una búsqueda posterior resultó infructuosa.

De todos modos, la víctima pudo reconocer al agresor en unas fotos que le enseñaron los inspectores de la Policía Judicial. También hicieron recuento de lo robado. “Guardo aquí muchas antigüedades, algunas de valor sentimental. Me llevaron varios relojes de oro”, explica Alberto, que trabaja para un relojero. Aunque estipuló el valor de lo robado en 9.000 euros, “si me pongo a hacer inventario, seguro que es más”, asegura. Por otro lado, el ladrón rompió varios marcos de plata y otros objetos valiosos. Todo fue denunciado en la comisaría.

Al día siguiente, descubrió al sospechoso rondando. “Mi mujer me dijo que pensaba que era él. Vestía unos pantalones de camuflaje y una sudadera negra, así que le llamé y salí detrás de él”, recuerda. Sin embargo, el sujeto consiguió despistarle.

Segundo robo
Temiendo un nuevo robo, pasó la noche en vela, pero se fue por la mañana. Regresó con su mujer ya de madrugada. Él estaba fuera cuando la oyó gritar: se había encontrado al ladrón de nuevo, que había clavado varias veces una barra a “Linda”, su mascota, antes de golpearle a ella en la cabeza y darse a la fuga con más pertenencias suyas.

Él lo dejó huir para atender a su mujer. Esa misma tarde se detuvo al sujeto que se halla en prisión, pero Alberto sigue en guardia: “No hay seguridad aquí. Roban y hacen lo que quieren. Como se despisten, esto será Penamoa II”.

Entran a robar dos veces en su casa, atacan a su mujer y apalean a su perra

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