Ensalada de ritmo y percusión

Ensalada de ritmo y percusión

En el barrio de O Ventorrillo, el ombligo multicultural de la ciudad, un colectivo de senegaleses duerme junto a sus djembes y bongós. Es la manera que tienen de volver a pisar su tierra sin tener que cruzar el estrecho. Desde hace meses, utilizan esta terapia en grupo para mezclar sus instrumentos con los que respiran a este lado del Atlántico. Dicen llamarse África Fête y tienen cuerda para rato.

Es así como la sala Mardi Gras ofrece esta noche a partir de las diez y media el resultado de una fusión que suena a congas y baterías africanas pero también al bajo de Álvaro Murás y la guitarra eléctrica de Julio, los dos únicos elementos autóctonos de la formación. Porque el resto prescinde de baquetas y de más cuerdas para enseñar al mundo la batería tal como la entienden en el continente negro.

Los músicos pedirán la colaboración de los presentes en una cita apta para todas las edades

Alione será el encargado de golpear con palos dos tambores con cuero por ambos lados. Él creará timbres agudos y también graves en contraste con los sonidos alegres que salen de los xequeres y que llevarán a los asistentes hasta el mismo Brasil. Sin moverse del suelo de madera.

Además, encima del escenario también estará Moli, amigo de la percusión pequeña y del djembe, que tocará junto con Ibou, profesor de percusión que aspira llevar esta fiesta multicultural a los colegios. Comenta Murás que la mezcla es apta para todos los públicos pero que quizás los niños se sienten especialmente atraídos por este tipo de instrumentos que suenan a fuerza de golpes.

Es así como la agrupación busca una salida a través de los circuitos de la Diputación y de los distintos ayuntamientos de la comarca. El objetivo pasa por llevar su particular funk fussion al aire libre ahora que se acerca el verano o meterlo en un auditorio para confirmar su carácter universal.

En este sentido, la música hará pareja en la Mardi Gras con la danza, de la mano de las dos bailarinas Bebe y Thienar, que sacarán su espontaneidad al ruedo en un espectáculo que no tendrá un guión prefijado.

 

Improvisación > Ellas improvisarán según la marcha igual que lo harán los músicos, que se unirán al repertorio en función de donde actúen. Es por eso que la lista de profesionales se ampliará o se reducirá según puedan asistir a la cita en un evento interactivo donde los espectadores no serán simples agentes pasivos.

Todo el mundo será susceptible de salir a la palestra a colaborar con los músicos o probará a bailar danzas senegalesas. Para moverse al gusto en función de lo que le pida el cuerpo. Durante hora y media seguida, con opción de detener el reloj para seguir moviéndose libres por la sala. En este aspecto, Murás destaca la respuesta de la gente ante este tipo de manifestaciones que estimulan. Es como si el ritmo de las distintas percusiones se metiera dentro de cada uno. Y se dejaran llevar. Contagia, asegura el bajista.

Por tan solo tres euros, los coruñeses podrán situarse esta noche entre dos continentes.

Ensalada de ritmo y percusión

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