Enaire probará en abril dos sistemas para la ayuda al aterrizaje en Alvedro

El gestor de la navegación aérea de España, Enaire, prevé realizar a partir del mes de abril los vuelos de validación previos a la implantación de dos nuevos sistemas de ayuda al aterrizaje en Alvedro, uno por cada una de las cabeceras del aeropuerto. Tras muchos estudios de la mano de las compañías, así como de otros organismos, acordaron desechar otros dos sistemas que habían planteado como posibles opciones de futuro en un primer momento.
Ahora sí parece que el aeropuerto de A Coruña está más cerca de reducir el número de desvíos que perjudican a cientos de viajeros cada poco tiempo y que, de hecho, se dejaron notar hace escasos días. Los responsables de Enaire, la empresa del grupo Fomento que gestiona la navegación aérea, han seleccionado dos de las cuatro alternativas que estaban sobre la mesa para colaborar en el aterrizaje de los aviones en la pista y comenzarán a probarlas en algo más de un mes.
En el caso de que los vuelos para comprobar la adecuación de las nuevas maniobras arrojaran resultados positivos, estas se pondrían en marcha en el plazo más breve posible. No hay fechas para esto dado que para que las aerolíneas puedan incorporar estas dinámicas al trabajo de sus pilotos estas tienen que pasar por todos los procesos de aprobación previos, tal y como mandan la seguridad y la legalidad.

Objetivo muy claro
Por el momento se sabe que la intención es poner en práctica un plan para la pista 21 –la principal– y otro para la cabecera sur, la más próxima al Monte Xalo, que es la opción a utilizar por las aeronaves cuando el viento no sopla de cara en el primer caso. Fuentes de la institución reconocen que el objetivo final de ambas soluciones “es tratar de minorar los desvíos”.
En el caso de la cabecera 21 hablan de los problemas “por meteorología adversa por los bancos de niebla densos que se forman en torno a la ría”, mientras que en la pista 03 o sur quieren mejorar las condiciones de uso que existen dada la peligrosidad por la cercanía del Monte Xalo.
El grupo de trabajo formado por Enaire, AENA, AESA (la Agencia Española de Seguridad Aérea), la Dirección General de Aviación Civil y las compañías con presencia en Alvedro acordó que lo adecuado para la cabecera más empleada por los aviones es bajar el punto en el que el piloto toma la decisión de aterrizar o frustrar esa operación, es decir, ajustar esa toma de decisión lo máximo.
En la alternativa planteada por los técnicos se reduciría ese punto y estaría marcado de manera exacta por un radioaltímetro, para que los desvíos no sean arbitrarios según quien se encargue de la maniobra.
“El valor de esta reducción no es en sí la cantidad resultante, sino que esta resulta determinante en muchos vuelos”, razonan fuentes del gestor, que reconocen que debido a la orografía hasta este momento no se ha fijado una coordenada exacta, lo que penaliza “la probabilidad de éxito en la aproximación” en algunas ocasiones. Esto deriva en muchos casos en regresos a Madrid o en cambios de itinerario con destino final en Lavacolla (Santiago).

En dos fases
La posibilidad que se ha analizado para la pista 03, y que se probará in situ a partir de abril, es más compleja por las circunstancias orográficas pero la meta es ampliar la utilidad de esa zona.
La ayuda a la aproximación consta de dos fases y se ha desarrollado aprovechando las nuevas tecnologías y la navegación vía satélite. Un avión se acercará a la pista mediante unas coordenadas concretas por las que tiene que pasar. Una vez se sortee el monte la toma de tierra se completará en modo visual aunque habrá puntos de paso definidos. La idea es utilizar la variante de día, pero según la pericia del piloto estaría permitida de noche.