El banco de familias de acogida se ve desbordado con casi 20 niños en espera

El banco de familias de acogida se ve desbordado con casi 20 niños en espera

\“Los adultos somos muy egoístas pero los niños lo ven como ‘pobrecito: si su mamá no lo puede cuidar pues ya lo cuida mi mamá’\”. La reflexión es de Belén Álvarez, una coruñesa que junto a su marido y sus dos hijos conforma uno de los pocos hogares de acogida temporal de niños que existen en la ciudad. No corren buenos tiempos para este proyecto de la Cruz Roja: en pocos meses ha visto caer su banco de familias de acogida hasta el punto de que ahora solo tienen registradas a cuatro en disponibilidad de ofrecer una vida normal a un pequeño cuando la demanda, solo en la comarca, se eleva hasta los 19 niños que residen ya en centros.

Cruz Roja, que colabora activamente con la Xunta de Galicia en los programas de acogida, estudia en estos momentos la idoneidad de dos nuevas familias que podrían unirse al banco para atender niños en la comarca.

Sin embargo, la cifra es demasiado pequeña para los 19 jóvenes de entre 0 y 6 años –algunos hermanos entre sí– que están a la espera de un hogar temporal mientras sus parientes no resuelven los problemas que les impiden estar con ellos. Según explican desde la organización, actualmente solo hay cuatro familias disponibles (las demás ya están ocupadas) y la demanda puede crecer en cualquier momento. Además, los psicólogos tienen que estudiar cada caso para saber qué pequeño es compatible con cada miembro del listado, por lo que piden ayuda a los coruñeses para incrementar el registro.

Unos tres meses >El proceso para entrar a formar parte del banco de acogida es relativamente sencillo y no se extiende mucho más allá de tres meses. \“Se hace una primera entrevista informativa, los interesados entregan una documentación, y después se les hace un proceso de valoración conociendo un poco cómo se organizan, sus miedos y sus expectativas\”, explica una de las psicólogas, Cristina Alles.

Una vez se pasa el proceso se asiste a un curso con otras familias y Cruz Roja remite un informa a la Xunta, que es la que decide si una familia es idónea o no para cuidar temporalmente a un pequeño.

En contra de lo que pudiera parecer, para conseguir ese certificado de \“adecuación\” de la Administración gallega no es preciso formar parte de un núcleo familiar al uso: se aceptan matrimonios, parejas homosexuales y de hecho, personas solteras... porque la condición de cada uno no le impide ser un buen cuidador.

Lo que sí hay que tener claro a la hora de acoger es que no se trata de una adopción, sino de un período temporal en el que un niño vivirá con ellos. De hecho, en la mayoría de los casos los jóvenes no pierden el contacto con sus padres. La Cruz Roja achaca a un desconocimiento por parte de la sociedad la baja cantidad de solicitudes de familias que reciben y comentan que hay distintos tipos de acogida compatibles con casi todas las situaciones: temporal, urgente, de día, de bebés de renuncia o de fines de semana y vacaciones.

Por ellos > Belén Álvarez, que lleva unos 13 años participando en el proyecto y está en el programa de acogidas de urgencia, recomienda la experiencia. Actualmente en su casa vive un bebé de 18 meses que en algún momento volverá con sus padres, pero mientras tanto Belén le ofrece una estabilidad.

Reconoce que es normal encariñarse y que la separación es difícil pero puntualiza: \“Yo no me planteo el acogimiento para mí, lo hago por un niño y si él vuelve con sus padres es algo bueno para él\”. Con algunos pequeños que pasaron por su casa aún mantiene el contacto y recuerda que la alternativa, si otras familias no están ahí, es que vivan en centros.

El banco de familias de acogida se ve desbordado con casi 20 niños en espera

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