Un duelo hasta agotar el último recurso por la placa de jefe de la Policía Local

Un duelo hasta agotar el último recurso  por la placa de jefe de la Policía Local
15 abril 2012 página 9 A Coruña.- En nuevo lefe de la Policía Local, José Antonio Brandariz en la sala de control del 092

Cualquier que haya visto un western sabe que en un  pueblo no puede haber dos sheriffs: cuando llega el forastero, uno de los dos debe marcharse. Normalmente, el pleito se dirime con un duelo al mediodía y cuando todo acaba, el ganador se queda y el perdedor... tampoco se va. En estos tiempos más civilizados el duelo se libra en los juzgados, y tarda mucho más que doce campanadas en solucionarse. Eso explica por qué hasta esta semana no se había conocido el resultado del último recurso contencioso presentado por UGT para invalidar el concurso que llevó a José Antonio Brandariz a ocupar el puesto de jefe de la Policía Local, en detrimento del anterior jefe, Antonio Alfeirán. Ya es el quinto recurso que pierde lo que significa, siguiendo con la analogía, que UGT casi ha vaciado el cargador.
Aunque mucho menos cinematográfico que un tiroteo, el duelo entre Brandariz y Alfeirán o mejor dicho, entre el Ayuntamiento y UGT, está ofreciendo bastante espectáculo. “Es una guerra por la jefatura”, confirmó el presidente de la asociación profesional de la Policía Local. Un impasible Manuel Aceña asegura que la situación no está afectando al día a día de los agentes de a pie, aunque sí da bastante que hablar en los pasillos. “Me sorprende tanta actividad por parte de UGT (un sindicato minoritario en el cuerpo municipal) y veo un gran interés  por buscarle las cosquillas (a Brandariz) a base de recursos”, añadió.
Brandariz ocupa su actual cargo desde abril de 2012, después de que el alcalde, Carlos Negreira, llegara a la conclusión de que el entonces jefe del 092, Antonio Alfeirán, no era de confianza. Éste llevaba en el cargo desde 1998, y estaba muy ligado al PSOE, de manera que cuando fue destituido el portavoz socialista José Nogueira formuló severas críticas contra el que denominó “fichaje estrella” de Negreira, aunque lo cierto es que Brandariz fue la segunda opción puesto que el primer candidato, Alfonso García Molina, declinó por motivos de salud.
Pero incluso desde antes de la llegada de Brandariz, Alfeirán había comenzado a recurrir su cese. Su reclamación se basaba en que es el único agente municipal de Galicia con el rango de superintendente, que es el que debe tener un funcionario para poder ocupar el puesto de jefe de policía en una ciudad como A Coruña. Sin embargo, en el juzgado le recordaron que este puesto es de libre designación. Es decir, que el cargo electo tiene derecho a escoger a alguien que le merezca confianza, aunque sea de un grado inferior.  
                                             
Experiencia y categoría
También se alegó que Brandariz no tenía experiencia suficiente para ocupar el puesto, dado que se exigía un mínimo de cinco años. En realidad, Brandariz había pasado 11 como jefe de cuerpo municipal de Ribeira, siete de ellos como interino. UGT consideraba que el tiempo como in terino no contaba, pero la Audiencia, sí. El 16 de mayo, UGT volvió a intentarlo con un recurso contencioso-administrativo en el juzgado número 1. En él alegaban que  Brandariz, que tiene la categoría de intendente principal, no cumplía con el requisito de antigüedad de tres años en la categoría porque interpretaban que debía haberla cumplido aquí, en A Coruña, para poder ser elegible como jefe de Policía. Una vez más, el juzgado estimó que no tenía razón: la experiencia se cuenta en cualquier destino. El conflicto llegó al Tribunal Superior de Xustiza, que volvió a fallar a favor del Ayuntamiento en julio del año pasado.
En el recurso más reciente, el juzgado obligó a UGT a pagar las costas del juicio, unos 300 euros, lo que algunos letrados interpretan como un aviso del magistrado de que UGT está llevando demasiado lejos las cosas. Y recurrir podría elevar aún más los costes. Por el momento, Alfeirán tendrá que permanecer en el puesto al que le relegaron en un despacho de Movilidad. Pero eso no significa que se rinda: Brandariz es el jefe accidental. Es decir, que cubre un puesto que ha quedado desierto al no encontrarse nadie adecuado con la categoría correcta. Cada año, el ayuntamiento la convoca y cada año, Alfeirán se presenta, solo para ser rechazado.
Así que sobre el papel, el actual jefe de Policía es solo la segunda mejor opción. Pero Aceña asegura que su gestión ha sido buena. En realidad, él no tiene un buen recuerdo de la etapa de Alfeirán al frente del 092. “Fue   negativa. No digo que no hubiera nada positivo, pero consiguió que los policías celebráramos protestas en la calle”. Su forma arbitraria de distribuir los destinos y gestionar el cuerpo municipal provocaron los actos. Por el contrario, los policías consultados consideran a Brandariz una persona afable y un compañero (estuvo varios años destinado en A Coruña) al que le gusta ser agente de la ley. Aunque no sea luciendo la placa de jefe. 

Un duelo hasta agotar el último recurso por la placa de jefe de la Policía Local

Te puede interesar