Denuncian el derrumbre de parte del techo del CAPD por las continuas fugas de agua

El estado en el que se encuentra el Centro de Atención a Persoas con Discapacidade sigue siendo objeto de polémica. El sábado, fue la CIG la que denunció las deficiencias en la rampa y las fugas de agua. Ayer, UGT insistió también en destacar que una fuga de agua afecta a las dependencias de la lavandería, a dos de los cuatro ascensores y a la vida diaria del centro, ya que provoca que se encharque el suelo y se caiga el falso techo, y todo ello cerca de un punto de luz, lo que hace que sea más peligroso.
Desde el sindicato aseguraron que durante el fin de semana hubo fugas que supusieron la caída de “litros y litros” de agua, recogidos en cubetas con capacidad de 200 litros cada una.
Las limpiadoras del centro fueron las encargadas de vaciar las cubetas a medida que se iban utilizando, con el sobreesfuerzo que suponía teniendo en cuenta el peso que tenían que soportar.
UGT también apuntó a la ausencia de agua caliente, que afectó a varios servicios, incluyendo la cocina del CAPD. Y una vez más, el antiguo Santiago Apóstol estuvo sin calefacción. Sin ir más lejos, ayer mismo a primera hora de la mañana volvía a haber una fuga de agua que caía  a chorros en la lavandería, además de que seguían sin funcionar el agua caliente y la calefacción.
UGT lamenta que la Consellería de Traballo e Benestar se tome con “calma supina” la situación y no tome medidas para poner fin al “caos organizativo” que continuamente el director y las responsables de Área “provocan día a día en el centro”.
Como ejemplo, denuncian que este fin de semana una educadora estuvo trabajando en el centro cuando en realidad se supone que estaba de vacaciones; o el hecho de que una cuidadora también estaba en su puesto, pero sin tener un grupo asignado, mientras que otra tenía el fin de semana libre, pero sí tenía grupo. Por ello, UGT reclama a Traballo e Benestar que tome las medidas necesarias para evitar que todas estas incidencias repercutan negativamente en los usuarios del centro, teniendo en cuenta que, además, el personal que trabaja en el CAPD lo hace en condiciones muy precarias.
Insisten en pedir la dimisión del director del centro, Constantino Piñeiro, por su “manifiesta incapacidad para dirigir adecuadamente un centro tan especializado”, que muestra una “total falta de sensibilidad” ante unos usuarios especialmente vulnerables, además de un “total desprecio” por la seguridad de esas personas y de los empleados.