A Coruña vivió el “momento culmen” de sus fiestas con la Batalla Naval, el espectáculo pirotécnico con el que conmemora el ataque de la flota inglesa a la ciudad en 1589. Así, con castillos de fuegos artificiales, los coruñeses celebran el arrojo de sus héroes frente a los hombres de Drake.
El cielo de la bahía se volvió a vestir de todos los colores posibles y el estruendo de las explosiones trasladó a los asistentes cinco siglos atrás para vivir, con distinto ánimo pero con la misma intensidad, el “duelo” entre Francis Drake y María Pita.
La Batalla Naval congregó a miles de coruñeses en la ensenada del Orzán, desde la que se dirigió un extraordinario despliegue organizado por Pirotecnia Pablo, una empresa líder en espectáculos “piromusicales” con sede en Cangas del Narcea.
Los artificieros comenzaron a disparar alrededor de las 23.05, con unos minutos de retraso respecto al horario previsto, desde distintas zonas denominadas “estratégicas”, como la rotonda de Las Esclavas, el arenal de Riazor y el propio Paseo Marítimo.
La precisión de su trabajo consiguió mantener a niños y adultos con los ojos clavados en el cielo durante más de media hora, antes de continuar disfrutando de la noche con la música de Melocos y Dover. Porque, como cada agosto, A Coruña se echó a la calle para celebrar el día grande de las Fiestas de María Pita.
Público
Miles de kilos de masa explosiva retumbaron en todos los rincones y los malvas y verdes de las luces se hicieron visibles incluso en las zonas más apartadas, a través de castillos de fuego, candelas, volcanes y decenas de efectos digitales que, por supuesto, provocaron el mismo ruido atronador que en años anteriores y que, a pesar de su fuerza, no logró mover al público de sus posiciones, ya fueran en A Coruña o en municipios como Oleiros.
Además de los colores tradicionales, donde predominaron los dorados, y las formas típicas, de palmera o guirnalda, hubo corazones y hasta “emoticonos”, que se completaron con un espectáculo acuático que hizo estrmecer la ciudad: “Impresionante, geniales los acuáticos y fantásticos los de Las Esclavas”.
Antes de la Batalla Naval, el grupo manchego Despistaos hizo bailar a miles de personas y, finalizada la sesión, le tomaron el relevo los gaditanos Melocos y la banda madrileña Dover. Cientos de vecinos y visitantes disfrutaron hasta la madrugada de las fiestas de A Coruña.
El único pero lo puso el tráfico, marcado por los cortes previstos, que llevaron a los participantes a dejar el coche a cierta distancia de la zona de los fuegos y peregrinar hasta las áreas más próximas a los puntos señalados por el Ayuntamiento de A Coruña y los servicios de emergencia para el lanzamiento: la explanada de las Esclavas y en la finca de los Mariño. En este sentido, las principales arterias de la ciudad registraron retenciones pues, a pesar de las recomendaciones, algunos optaron por el vehículo particular para desplazarse hasta la ensenada del Orzán
El programa de actos se reanuda este jueves, Día de la Asunción, con la apertura de casetas de la Mostrart y la Feira del Libro un concierto de la Banda Municipal en Méndez Núñez.