El comité de la Fábrica de Armas duda de la viabilidad del proyecto ganador

El comité de la Fábrica de Armas duda de la viabilidad del proyecto ganador

Un día después de conocerse las valoraciones que ponen la gestión de la Fábrica de Armas en manos de la empresa Hércules de Armamento, los miembros del antiguo comité llamó ayer a la Xunta y el Ayuntamiento a “comprobar a viabilidade” del proyecto que ocupará las antiguas naves de Santa Bárbara. “Se o proxecto é ficticio, entón apaga e vámonos”, alertaba ayer su presidente, Roberto Teijido, después de calificar la noticia de la futura adjudicación a esta empresa como un “chasco impepinable”.
El grupo de trabajadores que desde hace quince meses mantiene la lucha por la continuidad de la actividad industrial en la factoría de Pedralonga apostaba por el único otro proyecto que concurría, el del grupo IFFE, del que afirma que, “coas súas carencias”, garantizaba 224 empleos mediante la diversificación hacia la actividad civil. “Non podíamos apostar por un proxecto que non coñecíamos”, se justifican los empleados. Ahora, emplazan a las administraciones a “ser pragmáticas” y comprobar la robustez de un proyecto, el de Hércules de Armamento, del que apenas conocen datos”. “Unha vez que se adxudique non hai volta atrás”, advierte Teijido.

capital social
Según sus palabras, tanto la Xunta como el Ayuntamiento aseguran desconocer el contenido del proyecto, tal como reconocía esta misma semana su máximo promotor, Ramón Mejuto, que justificaba el secretismo en el “robo de ideas” que su empresa había sufrido durante el proceso.
Sin información procedente de Hércules de Armamento, los trabajadores acudieron al Registro Mercantil para documentarse sobre la sociedad que, a falta de que lo ratifique el Ministerio de Defensa, gestionará la fábrica los próximos quince años.
Los datos no los tranquilizan: según apuntan, se trata de una empresa constituida por el que fuera director de la factoría, Ramón Mejuto, y un socio en diciembre del año pasado y con un capital social de 3.000 euros. “Non tiñan o capital mínimo para concorrer ao concurso, e fan unha ampliación a posteriori (hasta los 607.000 euros)”, expone Teijido, que pone el foco en las empresas que entraron como nuevas socias y cuyos administradores son, según los datos del comité, el socio de Mejuto y su propia esposa.
“Apostamos polo proxecto de IFFE porque, coas súas carencias (una dependencia de subvenciones públicas) era o mellor que coñecíamos,. A Xunta e o Concello nos reiteran que descoñecen o proxecto gañador. Como é posible?” se pregunta el que fue hasta el cierre, hace 15 meses, representante de los trabajadores, quien ya ha tramitado para esta semana una reunión con el conselleiro de Industria. “O que nos vai mover –avanza– é o compromiso de retorno dos traballadores á actividade. (...) Entendemos que temos dereito moral, non legal, xa que gracias a nós hai unha opción industrial para a fábrica”.
Su demanda choca, en principio, con las previsiones de Hércules de Armamento, que sin querer aclarar el número de puestos de trabajo que comporta su propuesta avanzó el lunes que buscará “savia nueva” en la plantilla, si bien descartó “discriminación” a hacia los trabajadores que mantuvieron las protestas.

El comité de la Fábrica de Armas duda de la viabilidad del proyecto ganador

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