Comienzan las obras de peatonalización de la calle Marola de Monte Alto a pesar del rechazo vecinal

Comienzan las obras de peatonalización de la calle Marola de Monte Alto a pesar del rechazo vecinal

Después de mucho tiempo anunciándolas, ayer se cortó la calle de Marola, en Monte Alto, para comenzar las obras que la convertirán en el primer tramo del “Camiño do Vixía”, una senda peatonal que atravesará el barrio desde la plaza de España hasta la cárcel provincial y que el Gobierno local había anunciado hacía más de un año, pero que retrasó debido al fuerte rechazo vecinal. Muchos se oponían porque supone perder 16 plazas de aparcamiento, un bien escaso en esa zona. 
Esta pequeña vía, de seis metros de ancho, será peatonalizada a un coste de 141.589 euros y la obra se prolongará 75 días. Será el único tramo del “Camino do Vixía” donde no se podrá circular en coche: tendrá plataforma única de adoquín liso pero con bandas para el paso del tráfico, pero solo en los cruces de doctor Ferrante y Suevia. Además, se plantarán árboles y se instalarán bancos. 
El concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela aseguró el mes pasado que tiene en cuenta el trayecto del bus escolar, que tiene problemas para maniobrar, uno de los defectos que señaló la asociación de vecinos, aunque al mismo tiempo señala que es el mismo proyecto. 
La ronda 
En cuanto a la pérdida de espacio de estacionamiento, el Ayuntamiento ha reordenado las plazas en la ronda de Monte Alto, que pasarán de ser en línea a en batería. Según los cálculos municipales, con la reforma de la ronda de Monte Alto se ganarán 48 (después de restar las perdidas en  Marola). Se elimina un carril en cada sentido (con lo que esperan reducir el exceso de velocidad detectado en la zona), se eliminará  la mediana de cemento y se plantarán media docena de árboles. En total, la intervención costará
92.000 euros. 
El Gobierno de la Marea Atlántica está convencido de que será una mejora. “Os números absolutos son positivos”, recalcó el edil durante la presentación. La actitud del presidente de la asociación de vecinos del barrio, Alberte Fernández, es menos entusiasta: acogió con indiferencia la noticia del comienzo de las obras de un proyecto que nunca fue consensuado con los vecinos, y se limitó a desear que finalizaran antes del comienzo del curso para evitar problemas de circulación con los buses escolares. 
Un ambicioso proyecto 
El Ayuntamiento se juega mucho en este proyecto, que resume su filosofía urbanística, en un barrio como el de Monte Alto que Varela considera maltratado por el urbanismo salvaje y que sufre una grave carencia de espacios públicos. Ni siquiera el rechazo vecinal le hizo dar marcha atrás: se limitaron a celebrar un proceso de participación con 200 personas para tratar de convencerles de las ventajas del proyecto, que pretende conectar la plaza de España con los jardines de la antigua cárcel provincial, reformando la avenida de Navarra, el campo de Marte, la avenida de Hércules, la calle de la Torre, Vereda del Polvorín y la Vía Ártabra.
Es muy probable que el proyecto completo no se pueda finalizar antes de que expire el mandato de Xulio Ferreiro, sobre todo porque ya lleva un año de retraso. Pero según explicó Varela, quieren actuar para urbanizar la calle de la Torre el próximo año. Alegan que su mal estado fue una de las principales quejas en  los procesos de presupuesto participativo. En realidad, la calle de la Torre ya era calificada como “la intervención más sensible” por el  propio Varela. Esperan poder mejorarla con cruces más seguros y aceras más anchas. Otra reforma que probablemente también suscitará polémicas. l

Comienzan las obras de peatonalización de la calle Marola de Monte Alto a pesar del rechazo vecinal

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