11º-16º
martes | 16 abril | 2024
El inicio de la temporada alta de mercadillos en los Jardines de Méndez Núñez no ha tardado en causar el rechazo de los colectivos de comerciantes de la ciudad. Distintos representantes ponen en duda que cumplan todos los permisos y aseguran que consiguen un lugar “privilegiado” desde el que ejercen “una competencia desleal” porque venden productos de los que también disponen las tiendas tradicionales. Por ello, exigen al Ayuntamiento que ejerza un mayor control sobre estos eventos.
Las asociaciones de comerciantes de la ciudad están a favor de la Feria de Artesanía Mostrart e, incluso, de la celebración de Made in Galicia porque ofrecen al consumidor productos novedosos y artesanales. Sin embargo, después de años de enfado, algunas agrupaciones han decidido actuar de una forma más rotunda contra otros mercados que consideran de dudoso origen.
“Llevamos tiempo hablando y peleando por el tema de los mercadillos de los Jardines y se lo hemos transmitido al Ayuntamiento”, afirma el presidente de la asociación Soho-Orzán, Alberto Busto, “Chueco”.
El artesano destaca que, en la sombra, habían conversado con diversos concejales y siempre se “prometió que los quitarían pero algunos van cumpliendo años” sin que cambie nada.
“Esas ferias no aportan nada distinto y están en pleno centro perjudicando a los comerciantes”, critica. Cuenta que este es un nuevo palo que se suma a las subidas impositivas, los alquileres o la competencia de los centros comerciales.
“venden lo mismo”
“Las ONG lo venden como que es artesanía pero en realidad son vendedores que le compran a mayoristas y que ofrecen bisutería, carcasas para móviles o frutos secos que también vendemos en las tiendas de siempre”, subraya.
El sector duda incluso de los fines solidarios de eventos como el que se desarrolla en estos momentos porque la agrupación que lo organiza –la Asociación Palestino Andalusí para la Infancia (Apainf)– tiene escasos miembros y está instalada en Málaga.
Ni siquiera su propia página web aclara demasiado la forma de trabajar ni muestra casos concretos en los ya que se hayan involucrado financiando mejoras de salud para los niños.
“Estas cosas están muy organizadas y traen productos manufacturados, por lo que es una competencia desleal en lo que se vende y en la ejecución”, explica el presidente de la Asociación Zona Comercial Obelisco, Antonio Amor.
Desde el punto de vista de sus asociados debe exigirse que “se controle de verdad a dónde va el dinero de este tipo de mercadillos solidarios”. “Ya que a nosotros nos marean a papeles cada vez que queremos hacer algo, que investiguen”, insta al Gobierno municipal.
Amor sostiene que “el 90% de los negocios son minitiendas de otras ciudades que llegan a pillar un lugar privilegiado a cambio de una supuesta colaboración”. Lo mismo pasa, dicen, con el mercado de los continentes que se celebra un poco más entrado el verano. De hecho, se quejan de que los vendedores incluso repiten en varias citas.
consultas sin respuesta
Según ha podido saber este diario, los vendedores instalados en los Cantones llegan a pagar cifras estratosféricas a la organización, sin que esté muy claro en quién radica esa labor promotora. De hecho, Amor afirma que cuando acuden al Consistorio a consultar si los permisos están en regla nadie tiene muy claro cómo surge la instalación de las casetas.
Según Chueco, el Gobierno local se ha mostrado favorable a revisar el asunto y, de hecho, “quedaron en averiguar quién da los permisos”.
Aunque desde el Ayuntamiento no aclaran este extremo, lo cierto es que el colectivo supone que las licencias se renuevan directamente en la Policía Local y no pasan por la Concejalía de Empleo y Economía Social, responsable del área de Comercio.
Estas críticas de los empresarios se suman a las habituales de los hosteleros contra eventos que les restan consumidores.
Habitualmente hablan de la feria de la cerveza o de la de las casas regionales, que el año pasado se suspendió en Méndez Núñez y quedó reducida a un evento privado en el Náutico.
