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jueves | 25 abril | 2024
Será tras la celebración de la Semana Santa, el lunes de Pascua, cuando la Ciudad Vieja podrá estrenar una infraestructura que lleva décadas reclamando. El centro cívico del barrio abrirá sus puertas en el antiguo edificio del Gobierno Militar, con un espacio de casi 900 metros cuadrados totalmente reformados y acondicionados para distintos usos.
El alcalde, Carlos Negreira, y una amplia representación del gobierno local con cinco concejales, visitó ayer el inmueble, cuyas obras acaban de terminar esta misma semana.
Negreira detalló que el centro contará con salón de actos; una sala de juegos; una sala de lectura; seis aulas de actividades (3 en la planta primera y 3 en la segunda), una de las cuales se dirigirá a actividades plásticas y relacionadas con la cocina. En cuanto al contenido, el lunes 13 de abril arrancará el programa de actividades tanto para mayores, como intergeneracionales, para jóvenes y para menores.
La reforma ha actuado sobre un tercio del total de inmueble, que consta de 3.800 metros cuadrados. Para el resto del edifico aún se están estudiando qué usos concretos se le podría dar, ya que se destinará a equipamiento cultural. La dotación ha sido posible gracias a la cesión del antiguo Gobierno Militar, valorado en 12 millones de euros, por parte del Estado al Ayuntamiento, y que ha sido incorporado al patrimonio local.
Infraestructura
El nuevo centro cívico de la Ciudad Vieja, que se terminará de amueblar a lo largo de estos días, consta de tres alturas (planta baja con 294,47 metros, la primera con 260,08 metros y la segunda con otros 343 metros). En la rehabilitación se ha primado el aprovechamiento del espacio por lo que se ha modificado la distribución, construyendo los pasillos en una zona de altura volada, dando al patio interior del recinto. Un patio, donde prima la pintura blanca y el cristal, lo que permite la entrada de mucha luz.
Solo en la última planta del edificio se deja ver el color en las paredes, ya que se ha optado por el rojo en tres de los despachos para dar “calidez”.
En la reforma se ha llevado a cabo la restauración de la puerta de la calle Veeduría más próxima a la calle Amargura, donde se mejoró la accesibilidad para facilitar la entrada al centro cívico. También se acondicionaron las ventanas de madera donde se ubica el nuevo centro cívico.
Asimismo, los arquitectos han trabajado en la recuperación de la estructura existente en el interior del edificio y la instalación de un ascensor panorámico en el patio interior y la prolongación de la escalera principal que une la planta baja con la primera para que llegue hasta el segundo piso.
Otra de las actuaciones principales llevadas a cabo durante los trabajos de reforma del inmueble ha sido la instalación de la red eléctrica, de fontanería y calefacción y de los sistemas de protección contra incendios; además de amueblar el aula de cocina. Este espacio, ubicado en el último piso, se ha diseñado como un equipamiento modular, que permite mover todos los muebles de sitio para la realización de distintos cursos y talleres.
La rehabilitación del patio ha dejado un espacio diáfano y luminoso que constituye el corazón de esta parte del edificio. Se recuperó la amplitud del resto de espacios interiores y su buscó, en general, la mejora de la accesibilidad, la intercomunicación y la funcionalidad.
