El Chuac registra la primera neumonía asociada a los cigarrillos electrónicos

El Chuac registra la primera neumonía asociada a los cigarrillos electrónicos
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El primer caso documentado en España de neumonía lipoidea asociada al consumo de cigarrillos electrónicos tiene cama en el Chuac. El paciente, un varón de 54 años, se presentaba el pasado mes de diciembre con otra patología de base anteriormente tratada pero con síntomas añadidos. Picos febriles sin un foco aparente que ponían a trabajar al equipo de neumología del hospital. La médico adjunto y responsable de la unidad de tabaquismo, Julia Tábara, aseguraba ayer el origen. El mal procedía directamente de los cuatro cartuchos que el ingresado consumía a diario. En concreto, se desarrollaba por haber aspirado una sustancia como la glicerina vegetal que estos pitillos contienen para volatilizar la nicotina.
La especialista confirmaba que se trata del segundo expediente clínico confirmado en el mundo y que, en todo caso, da pie al debate sobre la eficacia de un producto fabricado con sustancias tóxicas que carece de validez científica. Con todo y eso, la clientela de cigarrillos que funcionan a pilas aumenta. Cada vez son más los que eligen “vapear” en vez de fumar o los que directamente los eligen como primera opción. Y lo que es más alarmante para los facultativos, la población que los compra es cada vez más joven: “La publicidad va dirigida a ellos, incluso con anuncios en los cines”, señalaba Tábara.
En el caso del afectado, la doctora advertía de la seriedad de su patología porque afecta a los dos pulmones. Aunque no se descarta la opción de tratarlo con esteroides intravenosos o hacerle un lavado pulmonar, de momento se le mantiene lejos de los cartuchos de bolígrafos vapeadores, que es como denominan ahora al producto. En una charla con los médicos del centro, la experta ponía en el ojo de mira a los mismos actores de Hollywood que han salido en pantalla con uno de estos en la boca. Para Julia, este producto que se publicita como una forma de dejar la adicción a la nicotina, no debería de consumirse en espacios públicos cerrados: “El vapor no es solo vapor de agua”, decía. Le acompañan la propia nicotina, presente de 0 a 36 mg/ml; propilenglico, que provoca crisis de asma en los niños e irritaciones; un anticongelante llamado dietilenglicol y las nitrosaminas, que son cancerígenas igual que los carbonilos y los metales pesados.
Su utilidad, muy en el aire, no va unida a los índices de consumidores que se disparan, según Tábara, y que vuelven a normalizar la escena de pitillo en mano. Desde algunas sociedades científicas se exige una regulación específica y desde la OMS no lo recomiendan. Sobre los vapeadores reaccionan también gobiernos como el finlandés o el francés, que restringen su publicidad y la nicotina que contienen. En España, de momento, campan a sus anchas.

El Chuac registra la primera neumonía asociada a los cigarrillos electrónicos

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