Carril acude a la vista del recurso contra la multa que le impusieron por resistirse al desahucio de Rey

Una muchedumbre de treinta personas parapetadas tras una pancarta en la que podía leerse “Ni siervos esclavos” esperaba al concejal del BNG, Xosé Manuel Carril, a la entrada del edificio Proa. Carril acudía los juzgados de lo contencioso administrativo por participar en las protestas por el desahucio de la octogenaria Aurelia Rey, en febrero del año pasado. “A denuncia penal non prosperou, por iso agora fan unha denuncia administrativa”, explicó el edil. Esta denuncia supone una multa de 600 euros, que trató de impugnar ayer. Carril insiste en que se limitó a ejercer “os dereitos fundamentais” y que su caso es una “anécdota” dentro de un escenario mayor de represión en la que las políticas que empobrecen a la gente van acompañadas de “sancións administrativas con multas bastante duras”.
Por su parte, el portavoz nacional, Xabier Vence, acudió también a prestar su apoyo a Carril, al que definió como “un orgullo e un exemplo” para el Bloque. “Nos apoiamos os que sufren esta estratexia de despexos”, aseguró. n