El Carnaval registró un aluvión de denuncias por robo de móviles

El Carnaval registró un aluvión  de denuncias por robo de móviles

Pasados los carnavales, llega el momento de hacer recuento, y más de uno echa en falta su teléfono móvil. Según fuentes de la Policía Nacional, la oficina de denuncias ha recibido un aluvión de  ciudadanos que han sufrido hurtos, hasta un 25% más de lo que habitual. Los ladrones, aprovechando al cobertura que ofrece la multitud, y el ambiente de fiesta que reinaba en el centro de la ciudad, han robado a docenas de  personas, sobre todo sus teléfonos móviles, durante los últimos días. 
No es la primera vez que ocurre algo así. Las mismas voces ya denunciaron un fuerte incremento de estos pequeños robos durante las fiestas de San Juan, llegándose a producir cerca de 40 hurtos. Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP), critican que esta clase de incidentes se multiplican por la falta de dispositivos de prevención: “La consigna ahora es dejar que la gente vea a la Policía en la calle, pero no se pone a personal para que trabaje en detectar los hurtos”.
Este personal, que debe trabajar de paisano para infiltrarse la multitud, está ausente de los preparativos de seguridad que normalmente acompañan los grandes eventos que implican multitudes. Para los sindicatos, desplegar hasta 500 agentes en ocasiones como la de San Juan es inútil si no se combinan los agentes uniformados con los de incógnito.  

alto precio
Por otro lado, aunque los hurtos se consideran un delito poco importante, puesto que no implican violencia física, estos pequeños robos si tienen relevancia debido al precio que alcanzan algunos de estos aparatos, y superan casi siempre el valor del dinero en metálico que podrían perder si les hubieran sustraído la cartera. Hay que tener en cuenta que   los mejores smartphones valen cientos de euros, y ya hace tiempo que se han convertido en la posesión más valiosa a la que puede echar mano un carterista. 
Para la Policía no es fácil resolver esta clase de robos, a menos que se atrape a un sospechoso con las manos en la masa, porque como se trata de un robo al descuido, la víctima  lo descubre demasiado tarde. Es más: a veces, la persona en cuestión ni siquiera es capaz de aseguran al agente que le toma declaración si ha sido objeto de un robo o si simplemente es incapaz de acordarse si lo dejó olvidado y dónde. Es más: en muchas ocasiones, las personas denuncian robos falsos cuando pierden el móvil con la esperanza de que el seguro le reembolse por su pérdida.

El Carnaval registró un aluvión de denuncias por robo de móviles

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