La caja B de la trama “Zeta” surtía de regalos a los responsables de las ayudas

Tan secreta como la KGB. De esta broma, realizada por una de las trabajadoras del empresario Gerardo Crespo –uno de los principales implicados en la operación “Zeta”, que investiga un presunto fraude en cursos de formación– derivó la denominación de la caja B de las empresas de Crespo.
Los fondos de esta “KGB” servían para realizar pagos en metálico y regalos a los responsables de adjudicar o controlar las subvenciones para la realización de los cursos de formación. Una práctica que, según recoge el sumario de la investigación, la Policía Judicial considera que se produjeron al menos entre los años 2009 y 2012.
Los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica han encontrado pruebas de que en la caja B del grupo Azetanet –propiedad de Crespo– se documentaban ingresos y salidas de dinero en efectivo. Las entradas se corresponden con cobros de facturas en B, ingresos de la academia Zeta o ingresos procedentes de cuentas del grupo, mientras que las salidas o reintegros son, además de pagos de todo tipo de gastos de la empresa y devoluciones pactadas a algunos clientes, pagos a determinadas personas con responsabilidades públicas en la gestión de subvenciones para los cursos de formación o en la adjudicación de estos. Los principales beneficiarios de estos pagos son el exdirector general de Relaciones Laborales de la Xunta, Odilo Martiñá, el exjefe territorial de la Consellería de Traballo, Luis Alberto Álvarez Freijido –ambos dimitieron a consecuencia de la operación “Zeta”–, y Joaquín Vila, jefe de servicio de Gestión Administrativa de formación para el empleo de la misma consellería. Los dos primeros recibían un trato especial en los regalos de Navidad de la trama, como también la conselleira de Traballo Beatriz Mato. En la relación de agasajados hay todo un abanico de nombres de altos cargos de la Xunta que para los investigadores, refuerza la relación de Crespo con el gobierno autonómico. n