El Banco Rías Altas lanzará una campaña de captación de socios para comprar una nueva furgoneta

El volumen de trabajo del Banco de Alimentos Rías Altas no para de crecer a pesar de los datos que hablan de una recuperación económica y social. Las cifras de beneficiarios están más o menos estancadas, pero cada vez hay que atender a más entidades o acudir a más sitios para conseguir los víveres que se necesitan para abastecer a toda la comarca coruñesa. En esta situación, a la entidad solidaria se le quedan cortas las herramientas de trabajo que tiene a su disposición y la directiva prevé lanzar una campaña de captación de socios con la que conseguir fondos para comprar una nueva furgoneta. Además, necesitan voluntarios para afrontar las próximas operaciones kilo que restablecerán la despensa.
“Necesitamos hacer socios económicos”. Así de tajante se muestra el presidente del Banco de Alimentos Rías Altas, Luis Camba, que asegura que llevan unos meses “pendientes de comprar una furgoneta” porque no son capaces de mover de forma organizada todo el volumen de alimentos que reciben en la actualidad. Camba explica que recogen “entre dos y tres toneladas diarias” de productos que donan supermercados o particulares, y no hay la capacidad suficiente para acometer los repartos y atender todas las aportaciones.
La entidad prepara un plan para que se unan socios que ingresen cuotas de “diez o quince euros al mes o de manera bimensual” para ir pagando gastos que surgen en el día a día. Por el momento, descarta pedir los fondos al Ayuntamiento, con el que ya existe un convenio a través del que se financian las facturas de las naves que ocupan en Meicende y A Grela.
Sí se está tratando de conseguir apoyo de empresas privadas. En paralelo a esta demanda, el presidente solicita una implicación mayor del voluntariado. Pide un compromiso real de cara a próximas captaciones de recursos en las grandes superficies porque mucha gente no aparece cuando se recurre a ella.

necesidades estivales
Respecto al número de usuarios, Camba comenta que acaban de incorporar a varias entidades en A Coruña pero dentro de lo que cabe las altas no se han disparado demasiado. Además, el cruce de datos de los beneficiarios de unas entidades y otras les está permitiendo evitar la picaresca de algunas familias.
Aún así en verano los almacenes se vacían bastante. “Nuestro problema siguen siendo la leche, las lentejas, el aceite y las conservas de pescado y vegetales”, destaca, por si se quieren hacer donaciones.