El Ayuntamiento solicita a la Policía Nacional más presencia en el Orzán

El Ayuntamiento solicita a la Policía Nacional más presencia en el Orzán

Las autoridades han situado en su punto de mira varios locales de la zona del Orzán que están destacando por su conflictividad. En la última reunión de la junta local de seguridad, el alcalde, Xulio Ferreiro, aludió a este hecho al señalar que había pedido a la Policía Nacional la necesidad de colaborar en determinados puntos conflictivos de la ciudad “que estaban causando molestias a os veciños e certa intranquilidade”. 
Precisamente esta misma semana, los vecinos del Orzán habían denunciado a través del grupo municipal del PP su “desesperación” por los problemas que generan tres supuestos “after hour” en la avenida de Pedro Barrié de la Maza durante las mañanas de los fines de semana.
El problema fue aprovechado por la oposición para denunciar la “dejadez de funciones” municipal porque “no se está controlando el nivel de ruido, el cierre de puertas o si se bebe en la calle”.  Sin embargo, fuentes de la Policía Local rechazan esas acusaciones y recuerdan que han impuesto numerosas sanciones a los locales conflictivos y en por lo menos un caso, se llegó a cerrar uno de ellos, el Paseo Marítimo de manera provisional, el año pasado. La mayoría de las infracciones están relacionadas con el ruido, puesto que muchos exceden el nivel de decibelios permitido, aunque tampoco escasean las motivadas por el exceso de aforo. 
“La gente lo que quiere es que actuemos y lo cerremos ya, pero la administración tiene sus plazos”, explican.  Sin embargo, los agentes municipales siguen enviando sus propuestas de sanción a la Concejalía de Regeneración Urbana, que los tramita. Podrían llegar a ser miles de euros de multa que los dueños de los locales conflictivos tengan que afrontar. “Aunque, claro, ellos tienen derecho a recurrir, así que los plazos se alargan, hasta agotarlos”.
En julio, una inspección rutinaria en un local de música latina del paseo de Pedro Barrié de la Maza por parte de agentes de la Policía Local culminó en la detención de cuatro dominicanos, bajo los cargos de desobediencia y resistencia grave a autoridad cuando trataron de impedir que los agentes inspeccionaran el establecimiento, abierto a las cinco y media de la madrugada, a pesar de que había pasado la hora de cierre.
Persecución injusta 
Por su parte, Inés Arboleiya, propietaria del Paseo Marítimo, considera que está siendo víctima de una “persecución injusta” y rechaza las acusaciones vecinales. Arboleiya, que afirma que nunca fue bien recibida en el vecindario porque antes regentaba otro local en la ronda de Outeiro que también era calificado de problemático. Señala que su local ni siquiera es un after-hour, sino solo una cafetería que abre a las seis de la mañana  Añade que su clientela la compone gente muy variada: tanto personas que acuden a tomar café como a beberse la última copa: “Cumplo con mi horario y ya no tengo música. Y las mediciones que ha hecho el Ayuntamiento son muy discutibles”. 
El Ayuntamiento pide al Policía Nacional que aumente la presión sobre la clientela, que en muchos casos resulta conflictiva. “Sobre todo, por los casos de droga”, señalan los agentes. Es habitual el consumo de estupefacientes, sobre todo cocaína, entre los clientes de estos “after hour”, lo cual explica en parte el elevado nivel de conflictividad. “Recogen lo peor de la noche y viene gente muy colocada, montándose peleas tremendas y hay venta de droga”, explicó José Luis Gómez, vicepresidente de la asociación vecinal.
 En cuanto al trapicheo de drogas, que también denuncian los vecinos, la propietaria del Paseo Marítimo asegura que en su local no permite esos manejos. “La gente sale drogada de las discotecas, y a veces viene aquí. Si veo a alguien traficando, lo echo”, mantiene. l

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