El nuevo Ayuntamiento ya ha demostrado que tiene una forma de entender el urbanismo distinta del anterior Gobierno local, como ha ocurrido con La Marina.  Y con la ampliación de la avenida de Alfonso Molina ocurre lo mismo. Evitarlo es una cuestión de “coherencia”, después de haber detenido la expropiación en San Vicente de Elviña, situada en su margen. El concejal de Urbanismo, Xiao Varela, transmitió ayer a los representantes del Ministerio de Fomento que creen que la Administración local tiene mucho que decir en la modernizar la principal vía de entrada y salida de la ciudad, así que presentarán su propia idea. 
“Han sido receptivos en la reunión”, señalaron las mismas fuentes. En el plan original, que se publicó en el BOE en abril del año pasado, estaba previsto que las obras afectaran a un tramo de 2,5 kilómetro en el que se añadiría un carril en cada sentido. Se remodelarían los accesos y se construirían cuatro estructuras, dos tipo pérgola, para salvar el oleoducto. En la zona de Pedralonga, además, se levantaría una pasarela peatonal. El coste de la obra estaba estipulado en 9,2 millones de euros que tendría que abonar la concesionaria de la autopista, Audasa, de acuerdo con el convenio firmado con Fomento. Más otros dos millones para expropiaciones, que ya comenzaron. 
Pero el Gobierno municipal considera que todavía se puede dar marcha atrás dado que, a fin de cuentas, no se han empezado los trabajos, y quieren presentar su propia visión de Alfonso Molina. “Máis amable e humana”, según sus propias palabras. La idea es convertirlo en algo más parecido a un bulevar, con una zona donde se pueda caminar sin miedo al tráfico y un carril bici. También se mejorarían los accesos y se urbanizaría para que estuviera más integrada. En cuanto al problema del tráfico, apuestan por un buen sistema de transporte público a nivel metropolitano que anime a dejar el coche en casa. 

revisión, no anulación
En María Pita niegan que modificar el proyecto implique la pérdida del dinero que tenía que aportar Audasa. “Iso haberá que velo. Todo vaise ter que mirar”, apuntan. Tendrá que consultarse a varios expertos, desde técnicos de circulación a urbanistas, pasando por la asesoría jurídica. Cuando estén listos, lo presentarán a Fomento y no descartan una reunión “ao máis alto nivel”, dado que existe una buena sintonía con la ministra, Ana Pastor.
Por el momento no se ha fijado ninguna fecha, así que tampoco se sabe cuándo se pondrá en marcha la nueva obra. Para la Marea Atlántica, todavía hay mucho que hablar.