Superado el temporal “Cristina”, uno de los más fuertes que azotó la costa coruñesa en lo que va de año, en el Ayuntamiento toca contabilizar daños y analizar las medidas a adoptar para evitar que el mar se vuelva a cebar con el Paseo Marítimo. Para ello, el alcalde, Carlos Negreira, anunció ayer la creación de un grupo de trabajo, que será el que se encargue de estudiar las medidas a adoptar en la senda peatonal que bordea el mar para tratar de atenuar los efectos de los temporales en el mar.
“No nos han dejado un momento para reponernos y poder tomar medidas preventivas sobre cómo actuar en el perfil de la playa”, se quejó ayer el primer edil, que garantizó que, pese a las consecuencias del fuerte oleaje se mantiene la idea de no reponer la barandilla de piedra en el tramo de Riazor, y habilitar en esta zona del Paseo una solución escalonada a modo de grada.
Por el momento, en el gobierno local desconocen el coste de las obras de reparación que ya se iniciaron en la zona de Riazor, y que también deberán incluir al Acuario, que ayer se mantuvo cerrado al público después de que una de las fuertes olas destrozase una cristalera e inundase la cafetería y la sala Humboldt. Pese a que en un principio se anunció que el museo estaría cerrado toda la semana, en el gobierno local esperan que hoy vuelva a funcionar con normalidad. La alerta en el mar pasó de roja a amarilla durante la jornada de ayer, aunque los efectos del temporal todavía eran visibles por la mañana a la altura de Hacienda y en el entorno de las Esclavas.