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sábado | 20 abril | 2024
Una triple operación policial contra el tráfico de drogas que se inició en A Coruña en mayo de 2011 y se cerró en Vilasantar seis meses más tarde sienta la próxima semana en el banquillo de la Audiencia Provincial a las 14 personas detenidas por su presunta implicación en una red que abastecía la ciudad y la comarca de hachís y cocaína.
Los acusados se enfrentan desde el martes y durante toda la semana a un juicio que puede acarrearles penas de hasta los cinco años y medio de cárcel y multas que en caso de los supuestos cabecillas rozan los 400.000 euros.
Las peticiones de pena más elevadas se refieren a los hombres de quienes se tenía sospechas que lideraban la trama, y que fueron apresaron tras varios meses de pesquisas en la intervención policial en una vivienda de Vilarmaior, después de tenerse indicios de que al menos uno de ellos había viajado a Madrid para proveerse de una importante cantidad de droga. Según avanza la Fiscalía, ese domicilio era el lugar donde la banda tenía su centro de operaciones, y allí fue donde los agentes de la Policía Nacional aprehendieron 937 gramos de cocaína, además de una cantidad importante de dinero y los efectos necesarios para procesar la droga, tales como varias prensas hidráulicas, utensilios y sustancias para el corte.
registros
La operación, tal como refleja el escrito que les será leído el martes a los acusados, se valió de la intervención de las conversaciones telefónicas de varios sospechosos para dar con los nombres de los principales implicados en la trama, y obligó a realizar registros en viviendas de Vilarmaior, Culleredo, A Coruña y Arteixo.
El primer paso lleva a la detención de tres personas, tras tener indicios el 091 de que una de ellas había adquirido una cantidad de bellotas de hachís. En junio de aquel año, los agentes observan en un dispositivo de seguimiento cómo los sospechosos se citaban con otras personas en la zona de Palavea. Después de observar un intercambio sospechoso proceden a los primeros arrestos y aprehenden una bolsa, en la que se guardan un centenar de bellotas, casi un kilo de resina de cannabis.
El segundo tramo del operativo llega, según recoge el fiscal en su escrito, en septiembre, con unas vigilancias llevadas a cabo en torno a un bar de la Sagrada Familia donde se sospecha que se vende droga, y sirve para identificar a varios individuos como posibles participantes en una red mayor dedicada a la distribución de sustancias ilegales en varios ayuntamientos del área metropolitana.
En los últimos meses de 2011 se culmina la investigación, tras descubrirse los dos núcleos centrales de la red, la casa de Vilarmaior y un segundo domicilio en Miño. En noviembre, los investigadores tienen noticias de un inminente viaje a Madrid de uno de los implicados para abastecerse de droga con lo que, a la vuelta, se le intercepta en un peaje y se le decomisan los ocho kilos de resina de cannabis que lleva ocultos en el coche. A partir de ese momento comienzan los registros a las viviendas y se cierran las últimas detenciones, que ahora enfrentan a los 14 acusados a delitos contra la salud pública por tráfico de drogas.
