Las asociaciones vecinales niegan en bloque estar politizadas, como afirma la Alcaldía

Las asociaciones vecinales niegan  en bloque estar politizadas, como afirma la Alcaldía
QUINTANA. MONTE ALTO, ENCUENTRO DEL GOBIERNO MUNICIPAL CON LOS VECINOS

Las declaración del jefe de gabinete, Iago Martínez, ha levantado ampollas entre los movimiento vecinales. El principal asesor del Gobierno local había declarado públicamente que las asociaciones vecinales están controladas por los partidos políticos tradicionales (PP, PSOE y BNG) lo que les obliga a “desordenar” el movimiento vecinal. Según se desprende de las declaraciones de Martínez, iniciativas como la polémica “Dillo ti” tienen como objetivo secundario “puentear” a las asociaciones, que niegan la acusación de estar politizadas. La presidente de la Federación de Vecinos, Luisa Varela, habló por muchas de ellas al decir que había causado malestar y pidió su dimisión.
El jefe de gabinete realizó estas declaraciones durante un encuentro organizado por Barcelona en Común el 16 de abril, el mismo en que pronunció la celebre frase en la que llamaba “orcos” a algunos miembros de la oposición y funcionarios del Ayuntamiento. Durante una de sus intervenciones, Martínez opinó también que el movimiento vecinal está “tradicionalmente y absolutamente cooptado por asalto por el BNG, por convenio (el PSOE) o por liberalización, que es la vía optada por el PP, que durante cuatro años se dedicó a  crear un circuito paralelo de movimientos vecinales”. 
En el lado positivo, Martínez reconoce la representatividad de estas asociaciones, pero insiste que son “uno de los principales frentes de oposición, entre otras cosas porque intentamos desordenar ese espacio de vecinos a través de nuevos canales de participación”. El presidente de la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja, Pedro Roque, se mostró sorprendido por estas declaraciones: “Yo nunca noté que estuvieran desordenándonos. Pero en nuestra asociación hay gente de todos los colores”. 
A otros portavoces les ha sentado aún peor. “Pareceme un pouco prepotente. Martínez esta abrendo un frente de guerra que antes non tiñan. Unha cousa son as ideas políticas, que todo o mundo ten, e outra e o sectarismo”, señala Alberte Fernández, presidente de los vecinos de Monte Alto, que reconoce ser nacionalista, pero hace hincapié en que en su asociación hay gente de todos los partidos, incluso de la Marea Atlántica: “Porque as canles tes que deixalas abertas con todo o mundo”.
 
pisar la calle
Al otro lado de la ciudad, y del espectro político, se halla Leandro García, presidente de la asociación de vecinos Elviña Fase II, que reivindica la misma pluralidad para el ente del que es responsable: “Nosotros pasamos las comunicaciones de todos los partidos políticos a los vecinos”. Para García, lo que debe hacer la Marea es olvidarse de iniciativas como “Dillo ti” y “pisar más la calle”. Asegura que el sistema del PP de concejales de barrio permitía atender las quejas rápidamente, aunque reconoció que la relación con la concejala de Participación Ciudadana, Claudia Delso, era fluida.
Mucho más tirante es la dinámica entre el Gobierno local y Luisa Varela, que pretende un cara a cara con el alcalde para aclarar las cosas. Por su parte Fernández, opina que la Marea Atlántica está actuando exactamente igual que cualquier otro partido político, tratando de crear una masa ciudadana que apoye sus prioridad. Es el mismo reproche que Martínez realiza a la derecha al afirmar que “está ocupando os espazos que desplazamos para convertilos en movimentos sociais”.

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