Arteixo abandonará el Consorcio As Mariñas el día 1 de enero de 2018

El Ayuntamiento de Arteixo dejará de pertenecer formalmente al Consorcio As Mariñas el día 1 de enero de 2018.
El alcalde, Carlos Calvelo, comunicó ayer al resto de miembros del ente supramunicipal que a partir de esa fecha el Gobierno local, que él preside, asumirá la gestión del servicio de recogida de basuras.
Una iniciativa que, asegura, va a permitir que los vecinos disfruten de una rebaja en los recibos de los actuales 126 euros a menos de cien.
Así, el Ayuntamiento remitirá la documentación necesaria para formalizar su salida a lo largo del próximo mes de diciembre, y cumplir de ese modo con los estatutos del Consorcio que establecen que cualquier municipio que decida abandonarlo tiene que hacerlo sabe al resto con un año mínimo de antelación.
Calvelo quiso dejar claro a sus todavía socios que comparte los objetivos del proceso de creación de una futura Área metropolitana, pero en la que participen municipios como Carballo, Laracha o Cerceda.
Sin embargo, esa entidad, según él, no debe de quedar supeditada a un funcionamiento similar al del Consorcio “ya que los efectos directos de la creación del área metropolitana en los vecinos va a tardar muchos años en producirse”.

negociación
El futuro que ahora se abre es como mínimo incierto. En principio lo único que está claro es que se abre un proceso de negociación entre el Ayuntamiento arteixán y el resto de socios.
Una negociación que, a pesar de la buena voluntad que todos y cada uno de los actores pueda poner, no va a ser sencilla. Principalmente, porque ya en el punto de partida no parece que vaya a haber acuerdo. Arteixo reclama una disolución, o liquidación, del Consorcio que implicaría, según diversas fuentes, un reparto de beneficios o gastos entre todos los miembros.
Esta propuesta no es del agrado del resto de socios. La mayoría, es decir, los otros ocho alcaldes, se muestra más partidarios de aprobar unos estatutos continuistas con todo lo anterior, que permitiesen que la entidad continuase funcionando y que los cambios fueran meramente administrativos.
Se da la circunstancia de que, precisamente, esta disparidad en el criterio de transformación de una entidad en otra fue uno de los principales motivos de discusión entre Arteixo y sus socios; y posiblemente supondrá un escollo difícil de superar durante las negociaciones.
Lo único que está claro es que se avecina una “época oscura” para un ente que nació hace ya más de tres lustros. n