Los arrestos del 092 por violencia de género cayeron a la mitad en 2014

La violencia de género es uno de los delitos contra el que más sensibilizada está la opinión pública, de ahí que existan protocolos policiales muy estrictos al respecto. Por ejemplo, siempre que existan indicios de agresión el sospechoso tiene que ser detenido, lo que no ocurre en otros casos. A pesar de ello, el año pasado se dio un descenso en los arrestos relacionados con esta clase de los delitos. Según las estadísticas municipales, las detenciones pasaron de 53 en 2013 a algo menos de la mitad el año pasado, confirmando una tendencia que ya se había hecho notar desde septiembre. 
Solo menos de media docena de intervenciones de la Policía Local no acabaron en detención, una media similar a la de 2013, cuando solo fueron 10 las actuaciones sin detenido. “A veces nos llaman únicamente para que calmemos al sujeto, pero no tenemos opción: si ella declara que ha sido agredida, o si encontramos en el lugar indicios de violencia, tenemos que detenerle”, explica un agente. 
También cayeron los arrestos provocados por el quebrantamiento de órdenes de alejamiento, hasta volverse casi inexistentes. A pesar de todo, este dato es relevante porque muchas de estas órdenes de alejamiento se imponen para proteger a mujeres amenazadas por sus parejas, y su vulneración es descubierta por los agentes cuando acuden a una disputa. Fuentes policiales matizan que en muchos casos, es la mujer la que se reconcilia con el hombre, de manera que a veces las autoridades descubren que el supuesto agresor a vuelto a convivir con la pareja. 
“De todos modos, hay que detenerlo –advierte un agente– una orden de alejamiento es tajante. Si no la ha levantado el juez, sigue en vigor, no importa que la mujer le haya perdonado”. La mayoría de los denunciados eran españoles de entre veinte y cuarenta años, aunque hay alguno de más de cincuenta. 

delitos en general
Este descenso coincide con la bajada generalizada en los delitos violentos que muestran las estadísticas del Ministerio del Interior, aunque hay que señalar que ese descenso es menos pronunciado en este caso. De 2013 a 2014 cayeron algo más de un 1% (sin tener en cuenta los atracos), aunque esta tendencia se ha agudizado en lo que va de año, en el que el Ministerio de Interior ha contabilizado una caída de casi un 25% de enero a junio con respecto al mismo período del año anterior. 
Dado que no se ha relajado la presión, la hipótesis más probable para explicar este brusco descenso es que la reincidencia cada vez es menor, porque tanto la sala del 091 como la del 092 siguen atendiendo cada llamada que reciben. 
En cuanto a la posibilidad de que la mujer no denuncie, fuentes municipales consideran que el aumento de detenciones que se dio en los últimos años es precisamente una consecuencia de un mayor nivel de concienciación ciudadana, así como de la propia víctima, de que no tiene por qué soportar una agresión de su pareja. “Ahora la mujer tolera mucho menos los malos tratos y eso es positivo –señala un policía–. Además, en muchas ocasiones los vecinos llaman cuando ven una agresión o cuando escuchan que están gritando en el piso de al lado”. Así que las visiones más optimistas apuntan a una tendencia positiva en la lucha contra esta lacra, por lo menos a nivel local.