La avenida de Alfonso Molina no solo es la principal vía de entrada y salida de la ciudad y la conexión con la AP-9, sino que también sirve para vertebrar una parte importante del área metropolitana. El anuncio del Ayuntamiento coruñés de que prefiere reurbanizar Alfonso Molina pero no aumentar su capacidad en dos carriles (uno en cada sentido) contrasta con la posición de los municipios de Oleiros y Culleredo. Mientras que el primero está a favor de la ampliación, el segundo cree que es necesario un examen previo del estado de la circulación.  
 Julio Sacristán, el alcalde cullerdense, considera que tras la apertura de la Tercera Ronda se debe hacer un estudio del tráfico con la incorporación a la red comarcal de la Tercera Ronda y del futuro Vial 18, si Fomento lo ejecuta como tiene previsto: “Estas carreteras pueden hacer variar el flujo de circulación, que es lo que determina si es urgente o no la ampliación de Alfonso Molina en toda su extensión”.
Hay que tener en cuenta que el día que se inauguró la Tercera Ronda, el 14 de marzo, las autoridades apuntaron  a que serían 50.000 vehículos los que la recorrerían a diario cuando estuviera en pleno uso. Sin embargo, todavía no se sabe si se han cumplido las expectativas porque, según fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT), todavía no se ha instalado ningún medidor de aforo para averiguarlo.  
Sí se sabe, en cambio, que en los últimos años el número de vehículos que entran y salen de Alfonso Molina no ha dejado de menguar, y ahora se estima que su número ronda los 110.000 diarios, cuando antes superaban los 140.000 diarios. 

infrautilizada
Las fuentes de la DGT insisten en que la apertura de la Tercera Ronda hace más de tres meses puede haber rebajado aún más la cifra, pero Sacristán considera que la AC-14 está todavía infrautilizada: “Hay un problema de señalización claro, y desde las administraciones deben promocionarla más, orientar a uso”.
Como prueba para apoyar su argumentación, señala que en la rotonda del aeropuerto y en el cruce de A Rocha (ambos en la N550) no existen señales que indiquen de forma adecuada dónde desviarse hacia la Tercera Ronda. Esto incrementa innecesariamente el paso de coches por Vilaboa y Alfonso Molina.
No es la primera vez que la AC-14 es criticada por su deficiente visualización. Incluso agentes de Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han señalado que, o la cartelería es escasa o, cuando existe, resulta demasiado densa como para que un conductor que circula por una vía rápida pueda leerla por completo. 
De todos modos, el municipio coruñés ya insinuó que estudiaría la actual situación del tráfico en los accesos en la ciudad antes de presentar un nuevo proyecto al Ministerio de Fomento. Un proyecto del que formaran parte de un modo u otro los municipios afectados, porque el concejal de Urbanismo, Xiao Varela, plantea reducir aún más el tráfico fomentando el transporte público metropolitano.