Un acusado de intentar matar a su expareja quería suicidarse ante ella

Un acusado de intentar matar a su expareja quería suicidarse ante ella
GRA170. A CORUÑA, 15/04/2015.- Un acusado de haber intentado matar a su expareja en el municipio coruñés de Outes ha alegado hoy ante el juez que quiso suicidarse delante de ella cuando fue sorprendido por la Guardia Civil con varios

La Audiencia Provincial fue escenario del juicio en el que declaró un hombre acusado de intentar matar a su expareja en el municipio coruñés de Outes, quien aseguró que quiso suicidarse delante de ella cuando fue sorprendido por la Guardia Civil con varios cuchillos en las inmediaciones del trabajo de la mujer.
La sección primera juzgó a este hombre, al que la Fiscalía acusa de quebrantamiento de medida cautelar, algo que reconoció él mismo, así como de intento de homicidio, una calificación que la acusación particular no dudó en elevar  a categoría de asesinato.
Durante la declaración, José Benito M. R. confesó que en noviembre de 2013 fue a Portugal “para pensar”, ya que, como dijo,  su vida estaba “arruinada” después de recibir una denuncia “falsa” de su expareja. Así, explicó que en el país vecino adquirió cinco cuchillos y se deshizo de la pulsera con la que se controlaba la distancia con la mujer –orden de alejamiento–, según él, por su intención de suicidarse.
Ante el tribunal dijo que su única intención era quitarse la vida delante de su expareja y por eso esperó cerca de su trabajo desde el domingo hasta el lunes y se llevó uno de los dos cuchillos que portaba al cuello cuando le vio la Guardia Civil.

pasamontañas
Durante su declaración, manifestó además que es cierto que llevaba puesto un pasamontañas, pero únicamente para protegerse del frío que hacía aquella noche, ya que tenía “toda la cara destapada” y no tenía intención alguna de ocultarse. “Me arruinaron la vida cuando me hicieron una denuncia falsa. Quedé sin amigos, quedé sin mi casa, no podía ir a junto de mi familia, estaba deshecho”, añadió sobre la situación que atravesaba.
Por su parte, un agente de la Guardia Civil detalló que la Guardia Nacional portuguesa indicó “que el acusado había intentado comprar un arma de fuego”, momento en el que saltaron las alarmas en el Instituto Armado, al saber que había prescindido de su pulsera localizadora.
Fue entonces cuando se reforzó la vigilancia sobre la víctima para intentar protegerla y, en el momento en el que se detectó el coche del procesado en un lugar cercano al trabajo de esta, se hizo un rastreo hasta encontrarlo “escondido en un maizal con dos cuchillos”. Los agentes vieron cómo se llevaba uno de ellos “al cuello”, agregó. El médico que atendió al acusado dijo asimismo que las heridas que tenía eran “leves” y “mínimas” y añadió que no se detectaron restos de alcohol en su sangre, aunque su expareja alegó que tenía problemas con la bebida.
En sus conclusiones, la defensa aceptó el quebrantamiento de condena, por el que pide pena mínima con el atenuante de adicción al alcohol, y pidió la absolución por el resto de acusaciones.
La Fiscalía, en cambio, solicita nueve años y once meses de prisión por homicidio en grado de tentativa con las agravantes de parentesco y disfraz.
Mientras, la acusación particular eleva la pena hasta los quince años, además de interesarse por el quebrantamiento de medida cautelar.

Un acusado de intentar matar a su expareja quería suicidarse ante ella

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