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martes | 16 abril | 2024
El parque de viviendas de A Coruña está marcado por el envejecimiento. Aunque poco a poco surgen algunos proyectos de rehabilitación, un estudio revela que hasta el 73% de las casas tienen más de dos décadas de antigüedad. Esto implica que los problemas con los que se topan sus propietarios o inquilinos sean cada vez mayores, como demuestra un reciente estudio. Quizá por eso en los últimos cinco años se incrementó el número de vecinos que asegura sufrir humedades o deficiencias energéticas en sus propias carnes. El informe también habla de un cambio social importante vinculado claramente a la crisis, pues desde 2010 ascendió el número de habitantes que viven de alquiler.
Los registros de viviendas vacías, que en A Coruña se calculan en unas 20.000, suelen salir de cuando en cuando pero pocas veces se refleja el estado real de los pisos en los que residen los coruñeses. En un momento en el que los nuevos inmuebles –que se construyen con cuentagotas, ahora por cuestiones de falta de suelo urbanizable y, sobre todo, de licencias municipales– evolucionan hacia la eficiencia energética los edificios de la ciudad no superan el examen.
El Instituto Galego de Estatística (IGE) revela en su informe sobre la situación estructural de los hogares gallegos relativo a 2015 que el 73% de los 102.687 existentes en A Coruña tienen más de dos décadas. La mayoría de esas propiedades, 52.764, se encuentran en la franja comprendida entre los 20 y los 49 años.
mayores de 50
Sin embargo, la cifra es menor a la de 2010 porque, como es lógico, subió el número de casas que ya superan los 50 años. Un total de 22.335 (frente a las 13.860 de hace cinco años) están en esta situación y, pese a ello, el parque no es el más envejecido de Galicia.
En todo caso, parece que la edad sí se empieza a notar pues las familias que aseguran tener problemas con las humedades y con el aislamiento térmico o acústico van in crescendo. En el primer caso están 26.164 unidades, mientras que en el segundo caso se encuentran prácticamente las mismas.
De la misma forma cayó notablemente el número de pisos que tienen menos de una década, de los 11.928 de 2010 a los 8.946 al cierre de 2015. Aquí la explicación es sencilla y está en el parón que sufrió el sector de la construcción desde el boom del ladrillo y el inicio de la recesión económica a finales de 2007 y que se dejó notar especialmente entre 2008 y 2013. La reducción porcentual fue del 3%.
El análisis se refiere sobre todo a pisos porque tan solo el 3% de los hogares, o lo que es lo mismo 3.364, se pueden considerar unifamiliares. El resto forman parte de edificios con varias viviendas.
cambios profundos
Vinculados a la intensa crisis que vivió el sector de la construcción, pero no tanto a la antigüedad de las casas, en tan solo un lustro se registraron algunas variaciones en parámetros inmobiliarios que hablan de un verdadero cambio social.
Si hasta hace unos años la población prefería ser dueña de su casa, ahora se detecta un importante incremento en las cifras de contratos de alquiler. Quizá los problemas sufridos con las hipotecas y las entidades financieras tales como los desahucios han concienciado a los coruñeses y los han empujado a otro modo de vida o quizá solo lo haya hecho la inestabilidad laboral pero, lo cierto es que, cada vez hay menos coruñeses que están pagando un crédito inmobiliario.
Según el balance del IGE hasta un 27,15% de los hogares se han conformado en espacios arrendados. La variación fue de siete puntos porcentuales al alza entre 2010 y 2015. La misma, pero a la baja, se dejó notar en los apartamentos hipotecados.
Hace cinco años 20.416 eran inquilinos de otros y a estas alturas ese dato ha llegado hasta los 27.882. Los que tienen deudas con los bancos se redujeron casi en 5.000. Pese a todo, todavía el 43,67% de los coruñeses tienen inmuebles de su propiedad sin depender de una ayuda económica.
Además, hay hasta 7.416 propiedades que están en régimen de cesión, por ejemplo por familiares, sin que medien pagos de por medio.
