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sábado | 20 abril | 2024
Hubo más de las que hay. Sin embargo, la ciudad aglutina el 22,11% del tejido empresarial relacionado con el mundo audiovisual. Desde el Observatorio da Cultura Galega calculan que de las 104 firmas gallegas que permanecen activas en el mercado, 23 están ubicadas en A Coruña. En este sentido, el servicio deja al margen a aquellas que están en suspesión de pagos, en quiebra o en concurso de acreedores y también las que se han disuelta, absorbido y extinguido en estos últimos meses, que desde Lavedra a Monte Alto suman 17 y en Galicia llegan a las 53.
La crisis es la razón del cierre de la mayor parte de ellas, pero desde el Cluster Audiovisual Galego advierten de la presencia de nuevas productoras con proyectos de menor envergadura, que “moven o tecido”. Por su parte, desde el colectivo aseguran que las grandes están pasando por malos momentos. Con todo y eso, las que sobreviven suponen un porcentaje muy alto, que se debe, según el Cluster, a que los profesionales son la mayoría coruñeses y al apoyo institucional que desde el Ayuntamiento dispensan a las firmas que colocan el trípode en la ciudad: “É onde hai máis tradición aínda que agora comeza Lugo”.
Aunque el número de socios con campamento base en A Coruña ha descendido, “a porcentaxe segue sendo importante”. La productora Emma Lustres, de Vaca Films, también alude a la tradición para justificar el número de firmas que se asientan cerca de María Pita: “Se dice que aquí se filmaron las primeras secuencias del cine en España”.
También el hecho de que aquí tiene su sede el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) y la escuela de Imaxe e Son en Someso favorece el arraigo audiovisual que se da en este punto del mapa. En su caso, la firma busca financiación en muchas patas y a pesar de que “no hay ningún ayuntamiento en España que apoye económicamente al cine de una forma estable, “no conozco uno que facilite más la producción cinematográfica que el de A Coruña”. Es por eso que cuando su equipo se pone a redactar un nuevo guión, “intentamos por todos los medios que pase aquí”, sobre todo, en películas donde las localizaciones son un personaje más como en “El desconocido”.
Uno de los sectores donde A Coruña fue desde siempre pionera, la animación, es el que más se resiente a los embistes de la crisis. El reto de colocar unas gafas 3D por primera vez al espectador de una película animada por parte de Dygra Films o el reconocimiento nacional e internacional que recibió “Arrugas”, producida por Perro Verde, no fueron suficientes para evitar su tambaleo entre números rojos.
En este sentido, Lustres reconoce que si “nosotros lo tenemos difícil, ellos mucho más” porque se mueven en un mercado donde los presupuestos de unos y otros son muy distintos. La inversión en márketing de las grandes firmas marca la diferencia y, al final, a fuerza de promoción el niño tiene a Bob Esponja en su cabeza antes que a una criatura fabricada en la ciudad.
Por otro lado, Lustres asegura que las ayudas son cada vez más tímidas por parte de la administración autonómica: “Están en retroceso y esto ha provocado que las empresas tengan cada vez más dificultades y que algunas hayan cerrado”. En este punto, Emma recuerda la política de Estados Unidos, donde no solo Nueva York, sino también Chicago o San Francisco inyectan ayudas para que las películas cuenten con sus vistas. La productora anima a que se fomente esta forma de apoyar el cine “dando una partida económica para atraer rodajes exteriores”.
Desde Filmanova, la directora comercial Cani Martínez señala que es el eje atlántico el que concentra el mayor peso de un sector que sobrevive a duras penas. En la firma, crearon la filial Mad Mex Filmanova, desde la que preparan la segunda temporada de la serie “Casa Manola”. Además, saltarán el charco en breve para buscar mercados en México y Brasil, después de comprobar que en estos dos países había un nicho. Faltan series y entretenimiento, así que la creatividad coruñesa volará hasta Sudamérica porque el cine “está máis parado, é moito máis residual”. La responsable asegura que con 25 películas a las espaldas, “entramos nunha etapa de análise de outro tipo de proxectos”.
