El 092 disuelve a un grupo que cantaba a voz en grito en la calle san Juan durante la madrugada

A veces resulta difícil conciliar el derecho a descansar con el deseo de fiesta. Un ejemplo de ello fue el incidente que tuvo lugar ayer  pasadas las tres de la madrugada, cuando dos amigos que se encontraban con ánimo musical se encontraron frente a frente con una patrulla de la Policía Local poco comprensiva. Los dos jóvenes, de 24 y 27 años de edad, se mostraron poco respetuosos con la autoridad, así que el encuentro acabó con una multa más grave que incluso si hubieran encontrado con un inspector de la SGAE.
El suceso tuvo lugar en la calle de san Juan, en el barrio de Monte Alto. Los dos tenores formaban parte de un grupo que se dedicaba a beber alcohol en la vía pública. Pero eran ellos los que animaban más la fiesta con sus cantos. Tanto, que los vecinos comenzaron a llamar a la Policía Local para quejarse de la música de nivel elevado. 
Cuando la patrulla hizo acto de presencia, la fiesta parecía condenada a acabarse. Pero uno de los presentes, un hombre de 31 años, no parecía muy satisfecho con la idea y comenzó a insultar a los agentes, que consideraron que se les estaba faltando al respecto. Identificaron al sujeto, que fue denunciado por una infracción contra la Ley de Seguridad Ciudadana. Aquello bastó para arruinar el ánimo festivo del resto y para que los vecinos pudieran conciliar el sueño. 

vociferar
Lo cierto es que no pasa un mes sin que la Policía Local tenga que actúa para proteger el descanso vecinal por culpa de alguien que  se dedica a vociferar en horario nocturno, y los meses en los que más se registran estas incidencias suelen ser los de verano. Sin embargo, rara vez acaban en multa si los sujetos en cuestión deponen su actitud. 
En 2013, último año del que se han publicado estadísticas, se tramitaron 70 infracciones administrativas por este motivo, pero la mayor parte de las que tienen que ver con las ordenanzas de ruido se realizan contra los locales que no respetan el nivel de decibelios estipulado, después de medirlo con decibelios. 
Sobre todo, las fiestas en viviendas son las más denunciadas. En los últimos años se han incrementado las reuniones de amigos en casas como una alternativa barata a salir de fiesta por los locales. Lamentablemente, en esas fiestas a veces la música está muy alta, los vecinos se quejan y la Policía Local se ve obligada a intervenir. El resultado en 2013 fueron 359 infracciones tramitadas, lo que da fe de que, si uno va a hacer ruido, es mejor salir a la calle.