“Mientras la obra nueva crea un empleo, la rehabilitación crea cien”

Para López Mihura, A Coruña es “una ciudad difícil, en una península sobreedificada, compactada, en la que apenas hay espacios libres que se deberían mantener e intentar ver cómo encontramos más”. Pensemos en rematar la ciudad y rehabilitarla, antes de construir nuevas áreas”, propone.

¿Coincide entonces con el concejal de Urbanismo de priorizar la rehabilitación antes que la obra nueva?

Totalmente. Hay que darse cuenta de que la rehabilitación supone más empleos que las nuevas edificaciones. El 60% de la inversión en rehabilitación es mano de obra y un 40%, materiales, mientras que en la obra nueva es al revés. Por ejemplo, las promociones son grandes acciones de 100 viviendas que hace un técnico, mientras que las rehabilitaciones son 100 técnicos para otras tantas viviendas. Se reparte mucho más el trabajo.

el pgom no va a resolver la crisis de la construcción, si acaso supondrá un
pequeño alivio

en el ofimático no podemos caer en los mismos errores  de matogrande o novo mesoiro

¿Qué le parece lo hecho hasta ahora en este ámbito?

Lo veo bien, pero incompleto. Es decir, una de las cosas que mejor hizo el anterior gobierno municipal fue apostar por la rehabilitación y poner los cimientos del Pepri. Lo que tiene que hacer la actual corporación es desarrollarlo, ofrecer ayudas y controlarlo. En ese sentido, las ITE (Inspecciones Técnicas de Edificios) juegan un papel importante de cara a la rehabilitación interna y externa, la mejora de la visión de la ciudad y la seguridad de los propietarios.

Desde el punto de vista arquitectónico, ¿qué barrio de A Coruña es más, digamos, “inadecuado”?

Es difícil de decir, porque los barrios responden a períodos concretos. La Sagrada Familia, por ejemplo, se creó en una época de desarrollismo donde la especulación tenía manga ancha, y como ese otros barrios que deberían estar mejor trazados. Después está Matogrande, que siendo un barrio reciente debería haberse construido con otras premisas: menos alturas en los bloques, más ancho de calles y en definitiva más espacio público, porque se han dejado servicios importantes en precario, como el aparcamiento. Y lo que digo de Matogrande se puede hacer extrapolable a otros ámbitos como Novo Mesoiro, donde se edificó sin prever equipamientos. Por eso esperamos que en las sucesivas ampliaciones de la ciudad (que le quedan pocas) no se caiga en el mismo error. Cuidemos mucho eso en el parque Ofimático, que es lo que está pendiente ahora.

¿Confía en que de verdad no se acabe cayendo en el exceso de edificaciones?

Hay mucha vivienda pendiente de rehabilitar y hay un enorme stock de promociones. El PGOM no va a resolver la crisis de la construcción en A Coruña, supondrá en todo caso un pequeño alivio, pero eso será más por las rehabilitaciones. Además, tampoco hay tanta demanda. Es como el tema de la vivienda protegida, si hay de más o de menos; para zanjar la polémica basta con consultar el registro de demandantes. n