La ciudad ultima los detalles de la que será su primera gran cita del verano 2017. La cuenta atrás ha comenzado y, a menos de un mes de las celebraciones, la vigésima edición de la Feira Franca Medieval de Betanzos “calienta motores” para, entre el 7 y el 9 de julio, brillar entre estandartes y banderolas, exaltada por los favores de Enrique IV de Trastámara.
La comisión técnica encarga-da de valorar las solicitudes de instalación de puestos ha autorizado 110, apenas el 31% de las presentadas, que superaron las 350.
A estos 110 se suman los 25 que atenderán las asociaciones de la ciudad que así lo solicitaron, los puestos de gastronomía que subasta el Gobierno de García Vázquez y los que instalan comerciantes que disponen de establecimiento en alguna de las calles en las que se desarrolla la Feira Franca de Betanzos. Como en ediciones anteriores, la organización descartó otorgar más permisos por motivos de seguridad y para mantener la singularidad de la celebración que, durante tres días, convierte la capital brigantina en una de las ciudades más visitadas de Galicia.
En la valoración previa a las autorizaciones se tuvieron en cuenta el recorrido profesional y, en caso de haber participado en ediciones anteriores, el cumplimiento por parte de los solicitantes de la normativa establecida en la convocatoria, explicaron desde el Ayuntamiento de Betanzos.
Los emplazamientos también respetarán la disposición inicial: Porta da Vila, plazas de Fernán Pérez de Andrade y de la Constitución, y calles de Santiago, Roldán, Pescadería, Santa María, Azougue, San Francisco y Castro.
La ambientación, el 26
En cuanto a las tareas de ambientación con telas, estandartes y banderolas, comenzarán en una semana, a la espera de cerrar también las distintas actividades complementarias, entre las que destacan las escenas representadas por los propios vecinos de todo Betanzos. Está previsto renovar escudos y tejidos, e instalar más de 300 banderolas y algo más de seis kilómetros de telas decorativas en las vías principales, incluidos los accesos por A Porta da Vila y los arcos de A Ponte Vellas, O Cristo y A Ponte Nova.
En cuanto a las recreaciones, se repetirán las distintas danzas medievales, habrá demostraciones de arqueros y cetrería, y se escenificarán pasajes históricos, como la expulsión de los leprosos, la Batalla de la Cien Doncellas, la entrada del Señor de Andrade con todo su séquito y el Aquelarre.
Para todas ellas se buscan “actores o figurantes” con la intención de cubrir 150 plazas, las necesarias para desarrollar más de media docena de escenas, que se desarrollarán entre la noche del viernes 7 y la del domingo 9.
Porque, en menos de tres semanas, el municipio retrocederá seis siglos, de la mano del arte, la música, los olores, los sabores y hasta los trajes, ya que cientos de betanceiros volverán a vestirse de época para acercarse a algunos de los capítulos más destacados de su historia más célebre: los de la Edad Media.