11º-16º
martes | 16 abril | 2024
Tener aprobado el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) durante este mandato era uno de los principales objetivos de Ernesto Anido desde el momento en el que accedió a la alcaldía, hace exactamente tres años y medio.
Ese objetivo estaba en la mano. Lo tenía hecho casi sin querer, pero la ruptura del pacto entre el PP y el PDSP en diciembre de 2013 echó por la borda –o al menos todo apunta a que así será–, que este primer documento de ordenación urbanística en la historia de Sada salga adelante.
En cualquier caso, Anido y su equipo de gobierno ha ido dando los pasos que tenía que dar. Independientemente de los mensajes que llegan desde la oposición –más que nada el PDSP–, que transmiten que, ni de broma, votarán a favor de la aprobación del plan, el Ayuntamiento ha ido poco a poco recibiendo los informes sectoriales que faltaban para tener a punto el documento.
Y ayer, por fin, llegó el momento de anunciar que todos, y no son pocos porque suman 39, los informes sectoriales son favorables, lo que da un impulso importante en la tramitación del PGOM.
Los últimos que quedaban eran los de la Dirección General de Costas y el de la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria, y ya están encima de la mesa del departamento de Urbanismo.
alegaciones
El gobierno local recuerda que el Plan General fue aprobado inicialmente hace dos años, en diciembre de 2012, y se expuso al público durante tres meses, uno más de lo exigido por ley.
Pero eran otros tiempos, porque tan solo un año después se produciría la fractura en el ejecutivo local, la que hace tambalearse ese objetivo de Anido de darle a Sada un PGOM que lleva esperando toda la vida.
La primera medida hecha pública por Anido tras el cese de los concejales del PDSP fue la de anunciar, el 14 de enero de este año, que se estimarían el 75% de las alegaciones presentadas –unas 2.000–, una decisión que se conoció tras reunirse el alcalde y el equipo redactor con responsables de la Consellería de Medio Ambiente.
últimos pasos
El siguiente paso es enviar el PGOM a la Xunta para que sea el Gobierno autonómico el que elabore la denominada Memoria Ambiental, donde se incluirán las determinaciones finales que deberán incorporarse al documento.
Acto seguido, se llevará al pleno. Allí, la oposición tendrá la última palabra sobre el futuro urbanístico de Sada.
