Reportaje | Juan García Naveira, el visionario que “volcó” su ideal de paz en El Pasatiempo

Reportaje | Juan García Naveira, el visionario que “volcó” su ideal de paz en El Pasatiempo

El “parque enciclopédico” al que apuntó Luis Seoane y el “anticipo del naïf” de Carlos Martínez-Barbeito, es –además– la exhibición de los ideales de Juan María García Naveira. Entre  1893 y 1914, en abierta contradicción con la élite conservadora de la época, el menor de “Os Subela” asumió, a pesar de la oposición que encontró en los sectores más conservadores, el riesgo de desarrollar un proyecto pionero en el país: un área de recreo a la manera de los grandes vergeles urbanos del XVIII y el XIX siguiendo los criterios establecidos por hitos de la promoción pública como la Ciudadela de Barcelona o el María Luisa de Sevilla. Aunque, detrás de El Pasatiempo no hubo instituciones, sino la iniciativa privada, el compromiso y la voluntad de un indiano preocupado por el mundo, enterado y condicionado por los precedentes a la Gran Guerra. 
El Pasatiempo de Betanzos, que en 1900 hizo correr ríos de tinta, sigue de actualidad en 2017. En unos tiempos en que se escribe tanto de convivencia, de la necesidad de unir civilizaciones; en que el mundo entero sigue aterrorizado las maniobras de quienes, en un extremo y en otro, amenazan con destruir, el parque demuestra, una vez más, que Don Juan, además de solidario, era un visionario y que sus inquietudes, en materia de convivencia, son las mismas que las de los más reconocidos intelectuales del XXI. 
 Una de las pruebas de su capacidad especulativa está en el muro norte de la primera terraza,, en el marco de la inscripción: “La España Monárquica y sus 18 Hinas Republicanas”. Una reflexión pública sobre la situación del país tras la pérdida de las últimas 
colonias en 1898: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Un conjunto de relieves donde destacan los escudos de las dieciocho repúblicas sudamericanas y Brasil.  
Es en este punto donde se ubica “La Paz por el Arbitraje”, un diagrama de flechas circular con 49 círculos con el nombre de otras tantas naciones, unidos de dos a dos por  líneas rectas, que representan los tratados de paz existentes entre estados, según estudios sobre El Pasatiempo. 

Masonería
En los primeros años del siglo pasado, sociedades como las masonerías y partidos como el comunista establecen uniones entre sus hermanos de distintos países creyendo que estos podría servir para obstaculizar posibles guerras, pero en 1914, el estallido de la I Guerra Mundial socavaría los ideales y esperanza de numerosos ciudadanos, incluido Juan María García Naveira.
Nadie duda de las vinculaciones de Don Juan con la masonería, pues el propio parque está salpicado de detalles que, como este, así lo demuestran, siendo además lo razonable teniendo en cuenta el peso de las logias en la Agentina entre el XIX y el XX. 
En 1900, la Gran Logia de Francia celebró un encuentro en París sobre Paz y Arbitraje Internacional. De España asistió una representación de Barcelona. Tres años después, organismos suizos de Berna, Lausanne y Ginebra constituían una Oficina Internacional de Relaciones Masónicas, siendo los primeros en adherirse los del Gran Oriente Español.
Según la memoria encargada por el Ayuntamiento de Betanzos a una comisión multidisciplinar, la pieza presenta, en este momento, patologías activas relacionas con la pátina biológica y con el agua de escorrentía, siendo necesario, en una primera etapa, limpiar y desinfectar; consolidar el mortero, eliminar sales y sustancias orgánicas, y actuar para prevenir microorganismos, según el informe de la restauradora María del Carmen Pérez García.
En una segunda etapa debería consolidarse antes de proceder a la reposición de las piezas y la reintegración de las partes afectadas de la capa pictórica para, como última intervención, proteger el conjunto al 100%.l

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