Miño subirá el IBI y la tasa de basuras para devolver al Estado el préstamo para pagar la deuda de Fadesa

Miño subirá el IBI 
y la tasa de basuras para devolver al Estado el préstamo para pagar la deuda de Fadesa
El alcalde miñense, Ricardo Sánchez Oroza | ARchivo ec

Después de más de dos años de vaivenes, el Gobierno de Ricardo Sánchez elevará a pleno en los “próximos días” el Plan Económico Financiero 2017-2018. Un documento de obligado cumplimiento que, según la institución municipal, “es una imposición del Gobierno de España como consecuencia de la especulación inmobiliaria llevada a cabo en el pasado y de la que han sido víctimas todos los vecinos de Miño”.
Este plan marcará la hoja de ruta para poder hacer frente a la deuda contraída con los expropiados por Fadesa Inmobiliaria.
El alcalde indicó, a través de un comunicado, que siempre ha tenido clara la necesidad de “encontrar una solución que permitiera cumplir con las exigencias legales sin que esta carga recalara de forma íntegra sobre el bolsillo de los ciudadanos” pero, después de negarlo varias veces durante los últimos meses, el Ayuntamiento de Miño subirá la tasa por la recogida de basuras y el IBI. Unos aumentos que considera “revisiones de carácter puntual y temporal” después de evitar “una subida indiscriminada de las tasas y los impuestos municipales” con medidas de contención aplicadas por el Gobierno de Miño.
“El objetivo –añadió el mandatario– ha sido siempre evitar que este lastre heredado agravara aún más la situación social, y por ello, se han centrado todos los esfuerzos en realizar un profundo ajuste interno del Ayuntamiento de Miño”. Unos cambios que supusieron un ahorro de 717.000 euros a 31 de diciembre de 2016.
En cualquier caso, estos ajustes no han sido suficientes y, de acuerdo con el Plan Económico Financiero 2017-2018, se revisarán “de forma escrupulosa” las obligaciones recaudatorias del Ayuntamiento de Miño.

Intervención del Estado
Sánchez intentó explicar por qué se decidió subir la tasa de basuras y el IBI. La primera, porque resenta un déficit de 62.930 euros, “un lastre heredado de anteriores mandatos que ahora deberá ser trasladado a los recibos que pagan los vecinos” y que se traducirá en un incremento 12,64% en el servicio, lo que supondrá menos de diez euros en el recibo de 2018.
En cuanto al IBI, explicó que la tasa se situaba al inicio del mandato en 0,55 y “no tocar esta tasa supondría una intervención estatal con medidas mucho más gravosas para los vecinos de Miño”.
El plan contempla una subida de este valor hasta el 0,60. La actualización representa un 9,1%. Es decir, el que pagó 167,86 euros en 2015, pasará a abonar 183,12 euros en 2016. “El pago se podrá realizar de manera fraccionada en dos mensualidades”, habrá un IBI “indiscriminado” para segundas residencias y viviendas propiedad de la banca, y la subida será “temporal” pues, en cuanto se concrete “alguna de las fuentes de financiación en las que se trabaja o el plazo de devolución del préstamo solicitado para pagar a los expropiados de Fadesa se modifique”, el valor se restablecerá en 0,55.
Ricardo Sánchez volvió a insistir en la existencia de “un principio de compromiso” por parte del secretario de Estado de Hacienda, quien se lo comunicó personalmente al alcalde en una reunión en junio en Madrid. El mandatario argumenta que llevará su tiempo porque debe aprobarlo el Parlamento. l

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