Un millar de vecinos protesta en la calle por la “esperpéntica” situación de Miño

“Izquierda, izquierda... Derecha, derecha...”, desde Rabazal hasta A Carreira. Suena La Yenka. Unas mil personas se echaron a la calle ayer por tercer sábado consecutivo en señal de protesta por la situación, cuando menos insólita y para muchos “esperpéntica”, del Ayuntamiento de Miño.
Los manifestantes marcharon hasta la casa consistorial en defensa de la democracia, de la voluntad expresada libremente por la ciudadanía en las urnas, dispuestos a seguir reclamando la renuncia del primer edil, el independiente Ricardo Sánchez Oroza, y mostrar su rechazo a la decisión del regidor de gobernar en solitario: “Alcalde, dimite. O pobo non te admite”, corearon los participantes a lo largo de todo el recorrido, animados por algunos comerciantes, que salieron a la puerta de sus establecimiento para unirse, con ruido, a la tercera movilización del mandato, la primera del mes de julio,  la última antes de la sesión plenaria de organización, bajo el lema “Pola Dignidade de Miño”.
Entre los asistentes, muchos jóvenes a los que todavía escuece el episodio vivido el 13-J, cuando los seis concejales del PP votaron a favor de Sánchez, que entonces era el único edil de Compromiso por Galicia.
Entre estas dos formaciones, aunque CxG retiró las siglas a Oroza al comprobar su “pacto” con los populares, truncaron el primer gobierno de izquierdas desde la República, la entrada del PSOE, que ganó los comicios con 1.555 votos, por encima de los 1.389 del PP y 234 de CxG.
Delante del consistorio, donde finalizó la protesta, el líder de  los socialistas locales, Manuel Vázquez Faraldo, se dirigió a los asistentes: “Non estamos aquí para defender os intereses de ningún partido, senón do noso pobo”. Delante del consistorio, ante cientos de personas, instó al PP a retirar su apoyo al alcalde durante el pleno de organización, que deberá celebrarse antes del lunes 13. Y delante del consistorio, entre aplausos, garantizó que “nós, os socialistas, non imos entrar en ningún goberno con este señor”.
Tras Faraldo, intervino Olalla Barro, del BNG que, como La Yenka y tirando de ironía, recomendó al regidor pasarse por Barrio Sésamo “para aprender o que é a esquerda e o que é a dereita porque non o debe ter claro”, apostilló la líder nacionalista, que también le reprochó la privatización de servicios al anunciar el contrato de una empresa para realizar una auditoría del Ayuntamiento de Miño.
Ambos, flanqueados por responsables socialistas y nacionalistas de toda la comarca betanceira, del área de A Coruña, invitaron a intervenir a cualquier portavoz del PP o de CxG. Nadie lo hizo, aunque entre los asistentes eran insistentes los comentarios sobre la presencia en la marcha de “votantes del Partido Popular”. “Coma nós, moitos deles están indignados”.